-Malditos sueños húmedos. -Desde que había tenido mas acercamiento con Mino, todas las noches con su esposo a lado, tenia sueños eróticos con su primo político, quizá haber aceptado el trabajo de Mino no había sido buena idea, si encima de eso se le agregaba que no quiso trabajar desde casa.
Se estaba dejando deslumbrar por su jefe, el verlo todos los días le daba una carga de conciencia cuando veía a su esposo, y es que no dejaba de imaginarse como la hacia suya de mil maneras incluso cuando Sung Rok la tocaba. Y le encantaba verlo con aquellos trajes de diseñador ajustados, hechos a su medida.
- ¿Como va el diseño? -Pregunto entrando a la oficina de So Hee.
-Bien. -Se acomodo en su asiento y abrió el archivo en el que estaba trabajando.
-Últimamente has estado muy pensativa. -Se acerco por atrás de la silla donde ella estaba para ver la pantalla de la computadora.
- ¿Tu crees? -Se puso nerviosa al sentir su respiración cerca de su cuello.
- ¿Que pasa? Tienes problemas con Sung Rok. -Giro la silla quedando cara a cara, ella pudo sentir su aliento en sus labios, hierbabuena ese era su olor.
-Nosotros estamos bien, no es nada. -Desvió la mirada a la pared para no seguirlo viendo a los ojos.
-No puedes engañarme tan fácil, estos días me has evitado ¿Te hice algo? -Levanto su ceja, maldita manía pensó la chica.
-No, volveré al trabajo. -Giro su silla quedando en su posición original. Su celular de la chica sonó apareciendo en la pantalla un mensaje de texto del mismo número que el primero que recibió. Mino la miro asombrado.
-Creo que tienes un admirador. -Le dijo serio.
-No es importante. -Leyó el contenido "espero que recuerdes mis caricias de esa noche tanto como yo lo hago" y después lo elimino.
- ¿Que te sucedió esa noche? -Pregunto curioso.
-No fue agradable, ni si quiera lo recuerdo. -Por mas que lo había pensado, el recuerdo se había vuelto borroso.
-Esto es algo delicado, deberías tener cuidado, puedo encargarme de eso. -Dijo Mino preocupado.
-Lo haré, no le digas nada a Sung Rok. -Dijo angustiada.
- ¿Por que lo haría? Descubriría que hemos tenido contacto y no terminara nada bien, al menos que desees que me de un puñetazo como lo hizo con Dong Min. -Sonrió al recordar.
- ¿De que hablas? -Pregunto confundida.
-Ese día cuando fuimos a pescar, Dong Min menciono la figura espectacular que tienes, concuerdo con él. -Le miro descaradamente los pechos. -Y tu esposo lo golpeo, ademas de que Yun Hyeong dijo algo tonto y por poco no se salvaba, el muy estúpido quería golpearme también. -Rio con sarcasmo.
- ¿Y? -Pregunto intrigada.
-Claro que me salve diciendo que era gay ¿Como podría fijarme en su mujer? -Sus ojos miraban a la chica con deseo, eso era muy notable.
-Entonces ¿Eres gay? -Se burlo, trataba de que sus fantasías se alejaran con esas palabras.
-No muñeca, puedo demostrártelo ya te dije. -La levanto de la silla y con una sola mano la sujeto de la cintura apegandola a su cuerpo.
-Suéltame. -Le dijo nerviosa.
-Hasta que admitas tu error, puedo azotarte aquí mismo ¿Eso quieres? Para que dejes de llamarme gay. -So Hee sentía que el aire no le alcanzaba para hablar.
-Lo lamento, no volveré a decirlo, lo prometo Mino, solo quiero que sigamos trabajando juntos. -Mino la soltó y sonrió.
-Estaré ansioso por el día en el que dejes que te azote. -Salio de la oficina con una enorme sonrisa.