¡Prohibido amarse! [Prohibido 3] (EN PROCESO )

CAPÍTULO 2 (pasado)

02

Damián
(17 años)

Mamá había demandado a papá.
Una demanda que claramente no nos benefició nada. Mi corrupto padre decidió abusar de la ley.
Lo único que mi mamá quería era que se hiciera cargo, que me diera lo que le correspondía, pero ni eso quiso hacer.

Me obligaron a salir con él los fines de semana y fingir que éramos la familia perfecta.

Dan sabía fingir tan bien su felicidad, parece que había olvidado lo mierda que había sido nuestro padre.

—¿Por qué siempre estás enojado con papá?, él intenta ser mejor—pregunto mi hermano mayor.

Nuestro padre nos había traído a un patético parque de diversiones, no lo estaba disfrutando.

—¿Todavía preguntas? ¿Ya se te olvidó como trato a mamá?

—Damián eso ya pasó...

—¡No se como puedes olvidarlo!, los golpes y los gritos jamás nos dejaron dormir, mira mis ojos y confiesa que ya se te olvidó y juro que te voy a creer Dan.

No me volteo a ver.

—No lo he olvidado Damián, pero he visto a papá cambiar por amor.

Rodee los ojos.

—Él no conoce el amor.

Y tenía miedo que me pasara lo mismo a mi.

*****

Jamás había sido alguien inteligente, me esforzaba pero simplemente no se me daba. Mis calificaciones estaban siendo un asco estos últimos meses, mi madre se veía preocupada por ello, más aparte siempre estaba metido en peleas.

Hace dos semanas un idiota cabeza dura intento tocar a una chica de mi clase, la encerró en una salón e intento acosarla. Casualmente yo estaba caminando por ahí gracias a que había reprobado un examen y tenía que acudir horas extra a la escuela. Los gritos de auxilio de la chica me alarmaron, así que decidí actuar, me fui contra ese tipo asqueroso.

Al ver la cara de esa chica pude imaginar a mi madre sufriendo lo mismo, siendo tocada por mi padre cuando ella no quería.

Y como lo imagine fui a la dirección.

—Le destrozaste la cara a tu compañero—recordó por milésima vez el director.

—Ya le explique el motivo—repetí nuevamente.

—La violencia no es tolerable.

—¿Qué quería que hiciera?, estaba tocando a esa chica ella estaba pidiendo ayuda.

—Pudiste alertarnos a nosotros, nos encargaríamos de ello.

—Honestamente ustedes no harían nada, reprenderían a ella por llevar esa falda corta y por darle entrada—alce la voz.

—¡Suficiente!, lastimaste a tu compañero y por eso serás castigado.

—Asumo el castigo—me levante de la silla y salí de ahí muy molesto.

Pero satisfecho por haber llegado a tiempo.

De regreso a casa  mamá no me reprendió, entendió lo que había hecho y él por que.

—No aceptaré la violencia pero si me gusto que defendieras a esa chica.

—Era rubia...—murmure de la nada.

—¿Rubia?—pregunto confundida.

—Sus ojos azules estaban llenos de lagrimas.

—Pobre niña...—murmuró.

Yo pensé lo mismo.

*****

Jamás había visto a una chica en forma romántica. Ni había tenido amigas cercanas, mamá era la única mujer que conocía.

Hasta que llegó Kathe.

Solo me gustaba físicamente, era morena y tenía buen cuerpo para la edad, pero no tenía sentimientos, solo nos divertíamos. Ella me llevo a mi primeras fiestas y por ella conocí a mis primeros amigos.

Un día después de una sesión algo intensa de besos ella susurró algo extraño para mi.

—Te amo Damián...—murmuro.

No supe que decir, no me nacía contestarle lo mismo, yo no lo sentía, solo sonreí complacido como si fuera algo que quería escuchar, pero en realidad me daba igual.

Después de eso lo dijo varias veces más, jamás le respondí igual, solo sonreía y eso parecía tranquilizarla.

Un día de la nada noté que una chica siempre la seguía. Y recordé esos ojos, era imposible olvidarlos... jamás le dije nada respecto a donde la había visto por primera vez, solo me quedaba observándola.

No entendía como había dejado que la trataran así.

—¿Desde cuando eres amiga de ella?—apunte a la rubia.

Kathe dejó de maquillarse y volteo.

—¿Ali?, desde hace algunos años.

—Se ve tímida.

—Es algo tímida—confirmó.

—¿Tiene novio?

—¿Ali? ¡Obvio no!, es linda pero no tanto como para atraer a algún chico.

Ladee la cabeza y la observe a lo lejos.
En una mesa con algunos chicos algo nerds, ella sonriendo y explicándoles algo que estaba en su cuaderno.

Después de ese día comencé a observarla más a menudo.
En sus horas libres salía al jardín a leer algún libro, fruncía el ceño cuando no entendía alguna escena, también se mordía el labio cuando algo le agradaba. Se perdía por completo entre las páginas.

Cada que salía a verla aprovechaba y me fumaba un cigarro, lamentablemente mi padre me había pegado el vicio de fumar.

—¡La detesto!—murmuro Kathe.

Voltee a verla—¿A quién?

—A Ali, detesto que se pueda leer libros de un golpe.

—Más bien la envidias.

Volteo a verme como si no creyera lo que acabo de decir.

—¡Obvio no!, jamás la envidiaría.

Días después mi padre llegó por mi a la escuela.
No entendía que hacía ahí, supongo que quería presumirme su nuevo auto convertible.

—Me iré caminando—murmuré.

—Hijo, por favor, deja que te lleve a comer y después a casa.

—No es necesario, no tienes porque molestarte.

—Damián, no le molesta.

Rodee los ojos y juro que solo acepte por que tenia hambre. Me subí al auto y condujo, durante todo el camino parloteo pero honestamente no le presté atención, no le interesaba. 

Aparco en una cafetería muy famosa aquí, era muy buena. Entramos y nos sentamos.

Tom era el dueño, nos recibió con una sonrisa, pedimos la comida y tuve que soportar otra charla con mi padre. Hasta que noté quien trabajaba ahí.

Esa rubia con una linda sonrisa, junto a ella estaba ese idiota, él la hacía reír. No entendía porque seguía siendo cercana a él después de que intento hacerle daño.

Intente ignorar lo que mi pecho sintió, me daba igual, no era mi vida y no tenía porque meterme en problemas de alguien más.

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Nos vemos pronto, besos🫶🏽

Los quiere Gabss💗