EL NACIMIENTO FALSIFICADO cap.2

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Había pasado un año desde que Kushina, Fugaku, Mikoto y Minato se juntaron y nos enteramos de que Kushina y Minato se conocían más de lo habitual sin tener ningún problema para hablar. La Uzumaki se dio cuenta de que el Namikaze había estado muy feliz desde hacía 8 meses, ya que días después de su compromiso, la evitaba y se preguntaba qué había sucedido desde esos 8 meses.

- Tiempo atrás
— Minato, ¿te parece ir a pasear?

La miró, queriendo negar, pero al no poder decirlo, la acompañó. Pero quién diría que el Namikaze en el camino se encontró con Fugaku y decidió seguirlo, pero no sin antes despedirse.
— Perdón, Kushina, puedes regresar tú sola a casa, tengo que hacer algo.

— Si te parece bien, te acompaño.

— No, gracias, solo quiero ir.

- Confundida - Está bien.

Bueno, adiós, salió corriendo del lugar en busca del Uchiha, quien lo encontraría en un callejón siguiéndolo sigilosamente. Se acercó y lo sujetó de la cintura.

Minato, confundido, trató de separarse, pero el agarre lo mantenía pegado al Rubio, lo que hizo que se sonrojara. ¿Qué quieres?, preguntó.

Recargó su cabeza en su hombro. No quiero que tengas un hijo de Mikoto. Me causa asco solo de pensar que llevarás en tu vientre a su hijo.
Sorprendido sin pensarlo, lo abrazo, pues días atrás, cuando tenía 14 años, quería unirse al Namikaze y darle una familia. Pero como nunca lo confesó ni dijo que quería casarse, hasta después de que ambos se enteraran de que los padres del rubio le hicieron una propuesta de matrimonio con la heredera del Clan Uzumaki, solo hizo que se enfadara y se sintiera triste, dejando de pensar en él. Pero no podía, hasta ahora que lo buscaba sin pensarlo. Miró al Namikaze, quien lo besó.

No te alejes de mí.

No lo haré hasta que me prometas que yo soy el único en tu corazón y no solo una simple Omega.

Entonces acompáñame.

Desde ese día, los dos se encontraban en secreto para platicar y expresar su amor mutuo, provocando que casi no estuvieran presentes cuando Kushina organizaba algo.
La Uzumaki solo trataba de encontrar algo que la desanimara, por supuesto. Como ella estaba más distanciada de su esposo, visitaba a Mikoto para jugar o platicar sin saber que cada vez que iba, su esposo no se encontraba allí, ya que Mikoto, al igual que Madara e Izuna, lo cubrían. No permitirían que sus planes arruinaran la felicidad de ambos y mucho menos la de Mikoto, como la Uzumaki.

— Señor Madara, busco a Fugaku porque necesito que me firme algo que me dio la señora Mito, se trata de los arreglos para el matrimonio de su hijo con el mío en el futuro.

— No está aquí, pero si quieres puedo dárselo cuando regrese.

— De verdad, muchas gracias.

— Claro.

Mientras tanto, en una habitación dentro del Castillo Uchiha, un rubio y un cabello negro azabache estaban besándose.

— Espera, Minato.

— ¿Qué pasa?

— Si te mueves, solo harás que nos escuchen.

— Qué importa al final de cuentas, nos cubrirán como siempre.

— Sí, lo sé, pero tu esposa viene a ver a Mikoto cuando estamos los dos juntos.

— Ah, eso, pero Mikoto también nos cubre, así que tranquilo, además estamos en el reino Uchiha y no en tu mansión.

— Eres realmente un tonto - acostó al Uzumaki en la cama y se encontró encima de él.

— Claro, tu tonto.

Matrimonio Con Un Doncel ... NarusasuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora