Secret Alpha || larry stylinson

O28

Ambos chicos iban caminando sobre las hojas secas del bosque, paseando debajo de la luz de la Luna. Louis en su forma animal, un lobo y Harry en su única forma.

Louis realmente esperaba que ese momento sea especial tal como lo imaginó.

El lobo negro refriega sus esponjosas en las piernas del ojiverde, tratando de demostrar su cariño a tráves del mínimo frote de orejas. Siguió dando pasos acorde a los del más bajo, no quería cansarlo tanto en ese momento.

Claro, Louis podría correr demasiados kilómetros a gran velocidad, pero Harry no podría seguir su paso así que prefirió ir a su lado.

Después de todo tenían mucho tiempo juntos, para conocerse y amarse.

—Eres un lobito muy tierno. —dijo el rizado en voz baja, acariciando suavemente el pelaje negro del animal—Aunque seas casi de mi tamaño en tu forma animal, eres muy lindo y mimoso.

El ojiazul se quedó escuchando nada más, pero sin dejar de caminar.

Harry siguió caminando de igual manera, acariciando suavemente la piel.

—¿Sabes? Me gusta cuando estás en tu forma lobuna, así puedo decirte lo mucho que me gustas sin que me sienta muy nervioso, sin tener tus azules ojos viéndome directamente. A veces me siento muy nervioso porque tú eres muy lindo y pues me pone muy feliz y me hace sentir halagado que tú me reclames como tu destinado, como tu omega. Cuando me das mimos en las mejillas me haces sentir muy pequeño y mimoso, me gustan tus suaves toques y tus dulces, no tan dulces, palabras. Cuando me llamas mocoso, me gusta que me digas mocoso aunque no sea un apodo muy lindo que digamos, tú me haces sentir mariposas en el estómago cada vez que me hablas, que me miras, que me acaricias. —habló desde el fondo de su corazón, sintiendo como éste latía con fuerza al declararse hacia su alfa destinado.

"Yo no voy a llorar, tú vas a llorar" Pensó el lobo, limpiando unas cuantas lágrimas con ayuda de sus patas delanteras.

—Ay, ¿Estás llorando?—preguntó el humano al sentir sus muslos húmedos, poniéndose en cuclillas al lado del lobo.

"No baboso, me lavo los ojos por fuera" soltó un bufido, alejando sus patas húmedas de sus ojos.

Harry frunció los labios, sin saber que decía el lobo pero presentía que no era algo cariñoso—Algún día escucharé lo que piensas. —dijo con los párpados entrecerrados—Aspen ya me dijo que cuando me marques... podré escucharte, así que más te vale que sean cosas bonitas.

El lobo refunfuñó, girando su cabeza hacia otro lado "Nota mental, no hablar cosas malas el mocoso"

Siguieron caminando sin decir nada más, solo paseando bajo la Luna. Para suerte de Louis, el rizado llevaba unas prendas suyas en su mochila para que volviera a su forma humana.

Al llegar a una parte específica del bosque, el ojiverde fue detenido por unos rasguños en sus piernas.

—¿Qué sucede?—preguntó al mayor, mirando al animal a su lado. Éste volvió a rasguñarlo con cuidado, pidiéndole que se detenga—Ohh, ¿Es aquí?

Un asentimiento fue la respuesta del lobo, quien rápidamente arrebató la ropa con ayuda de su hocico antes de correr hacia unos arbustos.

El menor soltó una risita ante aquello, esperando pacientemente sentado en una roca algo alta que estaba en el lugar.

Minutos después el castaño volvió a salir con el cabello revuelto, sonriendo levemente hacia el humano. —Ya vine, me puse algo de ropa, aún no eres digno de ver mi preciado paquete.

Sin poder evitarlo, el más pequeño se sonrojó demasiado por las palabras sucias que iban en forma de broma.

—Vamos nene, deja de ser tan inocente, me haces sentir un pervertido. —bromeó nuevamente el ojiazul, extendiendo su mano hacia el rizado—Vamos al lugar que te dije, estoy seguro que te encantará.