Una unión matrimonial arremete a Alekey cuando se ve forzado a convertirse en el esposo omega de Lev Ivanov; un alfa dominante y puro que tiene, entre muchas cosas, poder, riqueza y, oscuros secretos. La vida da un giro paralelo cuando Alekey no con...
"...Quizá no era amor, tal vez era esa pequeña necesidad de sentir algo diferente. Algo que marcara mi vida por completo."
-Mario Benedetti.
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El contraste de la iluminación del sol asomaba con ligereza en la habitación despertando con suavidad al alfa. El leve cosquilleo que sintió debido a la presencia del omega hizo que detuviera sus actos comenzando a asimilar los sucesos, se sentó causando que la cabeza de Alekey quedará entre sus abdominales y la colcha de la cama. Observó los objetos en el lugar; las prendas, el sillón frente a la cama, la lámpara a su lado, la silla del escritorio y parte de la isla del minibar en su habitación se cubrían con la viscosidad, de semen. Frotó su mano desde su frente y bajó hasta su nuca acariciando su piel, sonrió al recordar lo devoto y estimulante que era un omega dominante.
Apreció las botellas de agua sin agua recordando en rápidos flashbacks como le daba de beber al omega cuando este así lo pedía, aún si estuvieran en medio del acto. ¿Cuánto tiempo tuvieron sexo sin freno? ¿Cómo pudo dejarse llevar por las feromonas y darle libertad a su lobo? Estaba la posibilidad de que lo embarazara y se irritó más cuando recordó que aún no son esposos.
Dejando de lado sus pensamientos se levantó con cuidado de nos despertar al omega, tomó su celular y observó una notificación mientras se colocaba su bóxer:
"ADN de Usoyan ha sido encontrado en un guante cerca de la Estación donde fueron atacados."
¿Azlan Usoyan? Apretó el móvil, esa información debía ser falsa. Sacó un cigarro de un cajón y salió al balcón marcando el número de su secretario.
Miró a través de la ventana mientras esperaba que le contestaran y observó como Alekey frotaba sus ojos despertando de su sueño. Rió, su cabello parecía un nido de pájaros. La brisa levantó las cortinas y sin despegar la vista del omega empezó a hablar.
—¿La compensación ha sido llegada a los familiares?— preguntó, comenzando a encender el cigarro.
—12 familias la han aceptado, 19 han negado y quieren explicaciones— cerró sus ojos con irritación.
—¿Debo arrodillarme frente a ellos para que cumplas tu trabajo?— escucha como Yelik traga saliva. —Olvídalo, enseña el contrato a las familias pero que no sean amenazados.
—De acuerdo Sir. —Lev inhala de su cigarro y cambia de tema.
—Usoyan— dice, combatiendose entre sus pensamientos de saber más— ¿Qué hay de su ADN?
