9

9.2K 814 218
                                    

"Y si sale mal, serán anécdotas."

Con el alfa frente a él se siente amortiguado, en una marea única

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Con el alfa frente a él se siente amortiguado, en una marea única. Alza su mano y acaricia la mejilla del mayor, la suavidad de su piel comienza a extasiarlo, observa los ojos esmeraldas y se estremece cuando Lev lo mira calmado. En armonía.

《¿Me extrañaste?》

Incluso pedir por un sentimiento como el anhelo de parte del alfa comenzaba a liberar su estrés, ese que se había adueñado de él desde que el aroma del hospital y las sábanas blancas eran lo único que veía.

Él si extrañó los gustos únicos y oscuros que Lev tenía; los colores tristes y opacos que había visto cuando pasó la noche con él. Cuando sintió las caricias de incitación y complacencia.

—¿Te gustan los poemas?— suelta cuando puede sentir la respiración decente del dominante en su mejilla, una caricia deleitante que, hasta ahora, sabe que Lev podría ser el único que podría otorgarle ese placer, no lo diría pero, era consciente de ella.

—En mi tiempo libre estudio letras —responde tranquilo el alfa, su lobo quiere soltar fuertemente un gruñido y sus feromonas, marcar el cuerpo que yace bajo él.

No puede despegar la vista del omega, esta sumido por esos ojos grises que le llaman como un ruego a que no se despegue de él. Y no lo quiere hacer.

—Shakespeare, —el menor toma su corbata, halandolo hacia él, sus labios rozan el lóbulo de la oreja del alfa— halagame más— susurra suave y lentamente.

La cordura de ambos están provocadas, una delicia con la que sus lobos están complacidos pero, quieren más.

—Omega— Alekey muerde su labio inferior cuando siente que su lobo soltará un ronroneo ante el llamado del alfa— ¿Qué me estas haciendo?

El inglés sube la mirada cuando el alfa pasa sus manos suavemente por su cuello, esa acción antes podría sentirla como un coqueteo denigrante pero con Lev era diferente. Era un reto, un reto que se atrevería a jugar pero no sabía si saldría perdiendo o en el mejor de los casos, ganarlo.

—¿Lo puedes sentir?— el alfa presiona su cuello, su glándula se agrada con el toque y hace su fuerza de voluntad se hace a un lado cuando cierra sus ojos, un jadeo sale de él cuando Lev hace un ademán de acercarse a su cuello y él se siente doblegado— Una marca aquí— dice el alfa y expande sus feromonas a través del lugar, el placer es tortuoso para ambos.

—La puedo sentir— responde.

—Una marca aquí, en este dócil y prodigioso cuello tuyo, que la sangre baje bajo el yugo del placer y no puedas pensar más que en mí, en como mis feromonas sean las únicas que hagan un caos en ti— el alfa sonríe cuando el omega le da más libertad, mientras que con una mano acaricia su cuello con la otra amasa firmemente el muslo blando de Alekey. —Una marca mía, del alfa frente a ti. Una marca mía y de nadie más.

DusháDonde viven las historias. Descúbrelo ahora