Descubrir tu lado tierno - Imagina Kim Taehyung

Capítulo 3

T/N

-Inténtalo otra vez - Taehyung con la respiración agitada tomó con fuerza mi cuchillo y se abalanzó sobre mí.

Intentaba golpearme con el mango, no con el filo, ya le dije que me ataque sin miedo, pero sigue girando el arma.

Esquive todos sus golpes y al final lancé una patada que logró esquivar.

-Ja bien. Es la segunda patada que logras esquivarme en 2 semanas - Le lancé una botella con agua y tomó desesperado de ella.

-¿Tú no te cansas?

-Me has visto las últimas 2 semanas, tú dime.

-Es una pregunta retórica... Ufff - Se acostó en el piso con los brazos abiertos y la respiración aún acelerada.

-Bien ya que no puedes seguir voy a corregirte - Cerró los ojos y aclaré la garganta - Golpeame con el filo. Deja de girar el cuchillo. Y tienes que mejorar tu equilibrio. Siempre te tambaleas y tardas más al patear cuando te agachas.

-Ya te dije que me cuesta eso.

-Entonces no lo hagas. Debes usar lo que dominas.

-Entonces-

-No, no puedes usar pistolas, a menos que tengas silenciadores.

-Hahh aún no encuentro uno - Se sentó y me tendió la mano - ¿Me ayudas?

Le ayude a levantarse y se tambaleo.

-Me duelen las piernas.

-Eso es bueno - Lo vi salir de la habitación y acostarse en su sillón.

-Ya acabamos por hoy, ¿verdad?

-Si - Levantó los brazos en señal de victoria y recordé mi cuchillo - Hey. Mi cuchillo.

-Ah si... Toma - Me lo devolvió y lo puse sobre un mueble en la habitación de entrenamiento.

Cerré la puerta, me ate el cabello y me quité la sudadera.

-Bien, sigamos - Empecé a patear el saco de boxeo.

Una y otra vez, patada tras patada. En cada golpe intentaba golpear más fuerte. Combinaba ambos pies, y al mismo tiempo intentaba golpear más arriba para mejorar mi flexibilidad.

No podía parar, ni aunque me ardieran los pies debía parar. Si lo hacía no mejoraría.

Cuando mis piernas empezaron a temblar y la intensidad de los golpes empezó a disminuir me senté. Respiré tratando de retomar mi aire y me puse en posición de abdominales. Solo haría 100, ayer ya hice un par más, así que no debía excederme con esto.

Logré terminar unos minutos después y mis piernas ya estaban algo mejor. Las masajee un poco para que recobren su fuerza y volví a pararme frente al saco. Esta vez lo golpearía con los puños.

Me puse en posición y empecé. Un brazo tras otro, intentando fortalecer mis nudillos.

Golpeaba sin descanso, me dolían horrible las manos, pero aún no llegaba a mi límite. No era muy buena con los puñetazos, así que debía practicar.

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-Tsk... Mierda... - No puedo levantarme. Me duelen las piernas y los brazos. Parezco un bicho herido que se giró sobre su caparazón y ya no podía volver a darse vuelta.

-T/N ya no nos queda mucha... ¿Estás bien? - Corrió casi cayéndose e intentó levantarme.

-Relájate sólo me excedí un poco - Me vio preocupado y se puso de pie.