— Estas enfermo Bruce Wayne — respondió Mery con el ceño fruncido.
— Cada palabra que dice hace que la amé más — Se decía Carlos en su mente.
— Ya deja de molestar a la señorita — intervino Dylan — disculpalo está un poco loco, bueno nos vemos.
— Entiendo, es normal que un simple mortal no se resista a la Diosa Power — alardeo ella.
— ¡Algún día serás mi esposa! — grito Carlos pues Dylan lo llevaba rumbo al salón de clases.
Ambos entraron al salón de clase, eran los primeros en entrar pues aún era muy temprano, poco a poco el salón se fue llenando hasta que por la puerta apareció Alison junto a Madison y Ana, paseo su vista por todo el salón buscando a Dylan hasta que lo encontró, sus miradas chocaron y se sonrieron.
Alison procedió a caminar en dirección donde se encontraba Dylan para saludarle, ambos no se quitaron la mirada y cuando ella estuvo frente a su escritorio saludó con una sonrisa y entrecerrando los ojos.
— ¡Buenos días! ¿Cómo sigues?
— ¡Buenos días! Pues ya me siento mejor — respondió Dylan sonriendo.
— ¡Me alegro por ti!
— ¡Gracias por preguntar!
— ¿Me acompañaras de regreso a casa hoy? — preguntó Alison levantando una ceja.
— Está demás la pregunta, obvio que si — respondió muy emocionado.
— Está bien, no te me pierdas — dijo sonriendo, mientras tomaba asiento en su pupitre.
El ruido de los demás estudiantes hablando era lo típico de un lunes por la mañana, hablando de sus aventuras de fin de semana o de tareas que aún no habían terminado eran los temas de conversación en el salón de clase, hasta que de pronto se escuchó el característico saludo de el profesor Juan José.
— ¡Buenos días mis distinguidos estudiantes!
— ¡Buenos días profe Juanjo!
— El día de hoy tengo el agrado de presentarles a una nueva compañera que se estará integrando con ustedes, espero que se lleven muy bien con ella, Su nombre es Mery y es un placer — anunció el profesor.
— ¡Buenos días, espero llevarme bien con todo el grupo y como ya dijo el profesor me llamo Mery.
— Será mi futura esposa — dijo Carlos mientras la observaba desde su pupitre.
La clase transcurrió con normalidad hasta que finalizó, con la diferencia de que está vez Dylan esperó en la puerta a Alison.
— Tardaste un poco.
— ¡Veee! ¿Y eso? — dijo sorprendida.
Dylan tomó la mano de Alison y respondió mientras se disponían a caminar — La prisa por verte tal vez.
Alison se sonrojó un poco a lo que contestó — ¿que tengo de especial que quieras verme con urgencia?
Ambos caminaban rumbo al parque sobre la banqueta agarrados de la mano — lo tienes todo — respondió Dylan mirando al cielo y dejando escapar una sonrisa haciendo que se notara su lado idiota.
— ¿Específicamente que es todo? — preguntó nuevamente Alison viendo a Dylan.
Este aún seguía viendo el cielo y respondió — Tú.
Una fresca brisa se hizo sentir y claramente se podía ver como jugaba con el cabello de Alison haciendo que un mechón se paseara por su cara, las palabras habían sido muy claras, para Dylan, Alison era muy especial, ambos siguieron caminando hacia el parque y decidieron pasar a descansar en las bancas.