𝐴 𝑤𝑒𝑒𝑘 𝑤𝑖𝑡ℎ𝑜𝑢𝑡 𝑀𝑖𝑛ℎ𝑜 ♡︎ Minsung

𝗗𝗮𝘆 𝗢𝗻𝗲

Parte 1 de 8❣︎

Cerró la puerta de su hogar asegurándose de poner
el pestillo y afianzando con la llave exclusiva de su
departamento pues no quería que ningún mal
exterior importunara su privacidad y mucho menos
ahora que se encontraba completamente solo en
casa.

—"Y...Me iré durante una semana."— El castaño
explicó dentro de la cocina, escondiéndose
indirectamente de su pelinegro favorito. Jisung casi
se ahoga con las palomitas que estaban molidas
dentro de su boca. ¿Qué cojones acababa de decir
Minho?

—"¿Cómo?" — Extendió la última "o" con sorpresa e indignación.

— "Le hablaron a Christopher desde Tokio para
citar a los técnicos de la empresa a una
importante reunión." — Respondió Minho, tratando de su aclarar las dudas nacientes en la cabeza de su pareja. — "Tendré que acompañarlos como jefe administrativo."

— "¿Pero una semana dijiste?"— Preguntó el pelinegro, estupefacto y comenzando a sentir pesar en su corazoncito. Estar tan lejos de Minho por
demasiado tiempo le hacía mal a su mente.

— "Si. Resulta que hay nuevo material para revisar y un montonazo de renovaciones nuevas para la empresa."—Terminó de hablar mientras regresaba al living cargando en una mano una pequeña caja de "Pocky's" y en la otra sosteniendo una leche de fresa.

— "Pero si una semana es un mucho tiempo."

— "Yo lo sé y parece que te estoy mintiendo, pero
realmente es un viaje importante." — El castaño le
mira con empatía, entendiendo que quizás Jisung
no crea completamente en sus palabras. ¿Cuánta
gente no había que se excusaba con el trabajo
para realmente irse de fiesta?

— "Comprendo. Pero... Sabes que no me gusta estar solo."

Suspiró dejando el manojo de llaves en la mesa de
la entrada y yendo a colgar su abrigo en el
perchero. Hace un par de minutos que Minho había
partido de Corea del sur en un avión directo a la central de Tokio, Japón; acompañado de Christopher y otros compañeros de trabajo. Y él como buen novio había ido a despedirlo con un abrazo enorme y miles de besos.

Parado en medio de la sala de estar sintió el gélido
viento del exterior colarse por alguna de sus
ventanas. Parecía que dramatizaba todo, pero
estando ahí solo y mucho peor, estando sin Minho a su lado, cualquier cosa en ese departamento se
sentía sombrío y tristón.

Lo cierto es que jamás había pasado de estar sin
el castaño por más de uno o dos días y ahora, sabiendo que tenía que esperarlo por una semana entera le partía el corazón. Minho era su razón de vivir y de levantarse todas las mañanas.

—"Vamos Jisung, tú puedes..."