𝗗𝗮𝘆 𝗧𝘄𝗼

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Parte 2 de 8 ❣︎

Tomó la toalla de la estantería y se envolvió conella como un pedazo de carne recién salido delsartén

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Tomó la toalla de la estantería y se envolvió con
ella como un pedazo de carne recién salido del
sartén. Era martes por la tarde y había decidido
darse una gustosa y relajante ducha para despejar
la mente de cualquier vibra negativa.

Toda su mañana la había utilizado para limpiar
como un desquiciado, había decidido que, si el suelo no brillaba al verlo, él no pararía de trapear y de intoxicarse con el cloro. Gracias al cielo terminó dándose por rendido cuando al pasar las dos horas vio una mancha irregular de su propia sombra reflectarse sobre la baldosa, un reflejo imperceptible pero que decidió tomar pues el aroma a jabón y exceso de alcohol ya lo estaban mareando.

Salió del baño con una toalla más pequeña restregándose por su cabello, adelantándose a su
ropero para buscar que ponerse. Una vez abrió el
armario se quedó de hielo, parado ahí como un
idiota embelesado; el aroma de Minho le invadió el
olfato, entre toda la revoltura de olores, la fragancia característica de su novio se distinguió entre todos los demás así que gimió gustoso, tomando velozmente la camisa azul de estampados con huellas de gatitos que sobresalía de todas las demás.

Esa con la que ayer Minho había despertado y
había dejado regada sobre la cama.

Dejó caer la toalla y sin preocuparse por buscar
ropa interior se colocó la prenda, comenzando a
sentir un creciente calor en su espalda baja. Se mordió el labio inferior, aspirando con fuerza el
aroma, como si fuera un jugoso pedazo de pastel
con un hipnotizante olor a dulce y crema batida.
Tomó la orilla de la camisa y subiéndola hasta su
nariz succionó la esencia de Minho como un puto
loco.

De nuevo la excitación paraba sobre su creciente
miembro, se estaba poniendo duro y caliente. Caminó hasta la cama, recostándose sobre ella para
tener más comodidad. Recargó su cabeza sobre las
acolchadas almohadas y comenzó un lento
recorrido por el contorno de su cuerpo, palpando
solamente con las yemas de sus dedos y dejando el
rastro de un delicioso toqueteo.

A medida que se acercaba a sus puntos débiles
sentía su pene vibrar y su piel erizarse. Cerró los
ojos mientras tocaba con firmeza los costados de
sus caderas, un punto delicado que había descubierto en una de las tantas noches apasionadas con Minho; enterró su dedo anular y como si fuera un botón de encendido sintió la electricidad correr hasta su creciente erección, arqueando la espalda y gimiendo en silencio.

Cuando sus manos no alcanzaron más allá de sus
medios muslos volvió a subir, ahora por su abdomen, rozando sobre la tela y jugando
provocativamente con la cercanía de sus pezones
erectos.

Sus falanges recorrieron hasta su cabeza,
revolviendo su cabello y jugando con los lóbulos de
sus orejas como si fueran la lengua del que era su
novio. Bajando nuevamente hasta sus duras tetillas, ahora tocando sin miramientos y jadeando mientras la presión de sus dedos índices se esparcía por toda su epidermis, haciendo que la piel le ardiera.

— "¡Mmmh!" — Gimió alto cuando tiró de la punta de sus pezones, imaginando que eran los dientes de su novio.

Dejando una de sus manos jugando con su tetilla, bajó la otra hasta su excitada polla volviendo a
realizar el vaivén desesperado de la tarde de ayer,
anhelando no estar solo y sorprenderse con la llegada inesperada del castaño a través de la puerta.

Con la sola idea de ser descubierto sintió su ano
contraerse, no había nada más que lo provocara tanto como el hecho de ser pillado haciendo una
travesura, porque para él, tocarse tan indecorosamente era ser travieso.

Con la electricidad rebotando sobre su pene decidió
buscar más estímulo, se sentía necesitado, incompleto. Embadurnándose los dedos con el pre
semen que chorreaba de su pene fue acercándose de a poco hasta su desvirgado ano, ese que se contraía desesperadamente buscando ser atendido.

Jadeó sintiendo la humedad posarse sobre su
delicada carne y el tacto suave de sus falanges,
tentando con lentitud la orilla rojiza de su hoyo. Apretó los ojos recreando en su mente el espacio entero de su habitación, imaginando que Minho esperaba parado bajo el marco de la puerta, viéndole atento como trataba de autosatisfacerse. Ideando que el castaño le veía con sorna, sabiendo que era un debilucho ante el placer y que no podía hacer nada por él mismo.

— "¡Ah!" — Se quejó con gusto cuando su dedo medio se introdujo de una sola estocada; aún con los ojos cerrados y con la mente viajada en su ensoñación comenzó a moverlo de afuera hacia dentro, simulando diminutas embestidas. Con su mano restante siguió enardeciendo el placer sobre su miembro, que ahora estaba rojo y tan duro como nunca lo había estado. — "Honnie..." Gimoteó con necesidad perdido en su ilusión, viendo dentro de su mente como Minho reía rauco ante sus actuaciones bochornosas sobre la cama.— "¡Ngh! Ahogó el sonoro ruido que amenazaba salir despavorido de su boca cuando un segundo dedo se abrió paso entre su abertura carnal.

Vagando aún dentro de su pecaminosa imaginación
sus dedos junto a sus caderas danzaban en un baile
candente, su piel dorada perdiéndose dentro de su
recto, llegando fondo y tanteando con brusquedad la presencia de su próstata. — "Quiero-" — Murmuró cohibido viendo como Minho comenzaba a masturbarse mientras le observaba.

De nuevo, y con más intensidad que ayer, el
cosquilleo tentador de su espalda baja se hacía
presente y con él también venía su desesperación
por más contacto, por querer ir más rápido, por
alcanzar el nirvana más excitante que puede haber.
— "V-voy a.. ¡Ahh!" — Jadeó con agudeza al presionar repentinamente el punto débil que lo hacía flaquear, ese que mandaba miles de corrientes exorbitantes y llenas de placer por todas las células de su piel.

Y antes de poder darse cuenta, su pene comenzaba
a rebotar con ahínco pues sus propias caderas se
balanceaban con rigor sobre sus dedos, buscando
invadir más profundo y tocar más seguido el bulto
de su próstata escondida. No basto mucho tiempo
para volver a sentir el cosquilleo dulzón de su cuerpo, advirtiéndole que estaba a punto de estallar.

Y como si fuera una película exclusivamente para
adultos y él fuera el protagonista de aquella obra,
su cuerpo actuó con erotismo, curvando su espalda
en un perfecto semi círculo, contrayendo los
músculos de sus piernas y apretando sus dedos
entre su dilatado ano. Vaciando sus testículos del
semen que se guardaba caliente en su interior, mismo fluido que se deslizó suave por toda su polla.

Su labio inferior ardió en rojo con furor pues para
acallar sus obscenos gemidos lo apretujó contra sus
dientes, simulando una cerradura para que ningún ruido saliera de su garganta.

Recuperándose del reciente orgasmo abrió sus ojos, mirando perdidamente la luz de su techo.

— "Carajo."

-J❤︎︎

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-J❤︎︎

𝐴 𝑤𝑒𝑒𝑘 𝑤𝑖𝑡ℎ𝑜𝑢𝑡 𝑀𝑖𝑛ℎ𝑜 ♡︎ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora