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El día anterior, había sido sin dudas, uno de los mejores días de mi vida. Puede llegar a sonar exagerado, pero el hecho de que Rodri haya venido a Buenos Aires, me hace feliz.
Salí de mi cama en busca de un ibuprofeno, la cabeza se me partía al medio y tenía que comer algo.
Rodri seguía dormido, como era de suponer. Habíamos tomado mucho la noche anterior. Los papás de Oriana casi nos matan al ver en el estado de ebriedad en el que se encontraba su hija.
Tomé la pastilla manteniendo la respiració, no se la razón, pero siempre se me había dificultado ese acto.
Sentí como alguien entraba en la cocina y tras darme un fugaz beso en la cabeza, comenzaba a prepararse un café.
— Se me parte la cabeza — le comento a mi hermano, quién tenía un poco más de experiencia en el tema.
Digamos que yo no salía mucho de joda, pero a Nico le encantaba.
— Agua con limón Dairo, siempre te digo lo mismo — responde esbozando una sonrisa.
— Ta bien, ta bien — digo de mala gana, para levantarme y preparar lo que el rubio me aconseja.
Vuelvo a mi cuarto, después de una lucha con mi estomago para no morir de acidez.
Prendo la compu y me siento en mi silla, tenía pensado jugar al minecraft, e intentar ignorar la jaqueca que me atormentaba.
— ¿El Spreen? — me burlo del nombre de la persona que se unió a discord.
Hace ya un año, creé un server de discord con mis amigos Yankees, pero esta persona no parecía ser de Estados Unidos. Sin embargo, estaba hablando ingles, con Ryan, uno de los chicos,
quién pone la excusa de que se tiene que ir a almorzar, para luego mutearse.
— ¿Quién chota sos? — rio internamente luego de decir eso, acordándome del meme de Cerati.
— ¿Eh? hola, me re asustaste — dijo riendo el chico — me llamo Iván ¿vos?
— Yo me llamo Daira, ¿como encontraste el server? —
— Me lo pasaron unos Yankees que son amigos míos — tenía una voz dulce, no demasiado gruesa.
— ¿Sos de Argentina?— pregunté por su ascento.
— Si, Santa fe. ¿vos?
— Argentina, Buenos Aires— respondí acomodandome en la silla.
Nos quedamos unas tres o cuatro horas hablando y jugando Minecraft.
Al parecer es un Santafesino, de mi edad, está en el último año de secundaria al igual que yo y quiere ser streamer.
Tenemos la misma afición por el minecraft y también le gustan los gatitos.
Me cayó tan bien que quise contarselo a Rodri.
Agarré mi celu por costumbre pero recordé que el morocho se estaba quedando en mi casa.
— Abrime gordo puto — dije forcejeando la puerta que mi amigo había cerrado.
— ¿Eh? ¿que pasó? — espetó confundido un Rodrigo recién levantado y con su pelo despeinado.
Reí al verlo en ese estado y respondí.
— Conocí a un chico por internet, por discord y me cayó re bien.
— Puede ser un viejo de sesenta años — habló con gracia el ojiverde.
