𝐀𝐋𝐋 𝐓𝐎𝐎 𝐖𝐄𝐋𝐋 ✘ 𝐑𝐈𝐎 (𝐊𝐎𝐑𝐄𝐀)

𝗤𝗨𝗔𝗧𝗧𝗥𝗢: espacio.

Río y Roma caminaron en un silencio incómodo hasta llegar a la oficina. Ambos sintiéndose culpables pero sin hablar de ello.

La verdad es que cada que Roma besaba a Lucas, imaginaba que era Río. Y cuando Río beso a Anne, se arrepintió porque sus labios no se sentían como se imaginaba los de Roma.

Una situación que fácilmente se solucionaría si pudieran hablar de sus sentimientos, pero eran muy cobardes y le temían al rechazo.

Aparte que había otros factores, tales como que Roma sabía que tenía poca responsabilidad afectiva, ya sabia sobre ese defecto de sí misma gracias a sus antiguas parejas. Y Río estaba confundido, ya que también le atraía de cierta forma Tokio.

El teléfono sonando fue lo que dio fin a ese terrible silencio incómodo. Roma suspiró y caminó hasta tomar el teléfono, presionó unos botones y dejó el aparato boca arriba.

- ¿Donde está Berlín? -pregunto el Profesor al instante.

- Inspeccionando. -respondieron ambos menores en unísono.

- ¿Paso algo importante?

- ¿Que si paso algo? No, nada de lo que este enterado. -hablo Río, mirando con recelo a Roma. La menor aparto la mirada.

Cuando la llamada se colgó, Río volvio a su lugar de trabajo, pero Roma se quedó ahí parada. El mayor por pocos años observó cada acción de la chica, y abrió lentamente la boca al ver como ella rodaba una de las sillas para ponerla al frente, así no estar a su lado por la incomodidad que sentía.

- Roma, Roma. -la chica lo ignoró.

Ella se recostó en la silla he hizo como que no lo estaba escuchando. Río imitó las acciones de ella, pero para que Roma le prestara atención.

Al ver que la chica en serio lo estaba ignorando y no tenia intenciones de hablarle, suspiró y se digno a seguir viendo las cámaras de seguridad.

Al notar que Río se concentró en su trabajo, Roma se digno a mirarlo. Sonrió por lo lindo que lucia el chico en su actitud de resignación.

Ella también era participe de la incomodidad que había entre ambos, así que prefería darle su espacio a Río.

Roma miró impactada al chico en frente al instante en que vio como Río le sacaba el dedo medio con ambas manos.

- ¿¡Y ahora por qué me tratas así!? ¡Yo solo quería darte espacio!

Río se dio cuenta de lo que había mal interpretado Roma, así que rápidamente de reincorporó.

- N-no es lo que crees, yo estaba- ... ¡Roma, no te hice esa seña a ti! -exclamó.

- ¿Problemas en el paraíso? -pregunto Berlín ingresando a la oficina.

Los menores se asustaron y volvieron a sus lugares originales. Roma al lado de Río.

- ¿Paso algo?

- Que extraño, el profesor preguntó lo mismo. -Dijo Río rascando su nuca, mientras miraba disimuladamente a Roma.

Berlín rodeo la habitacion y se sentó al escuchar lo que dijo el chico.

Roma se sentó lentamente en la silla, y suspiró agotada. Empezó analizar las cámaras con la mirada fija en la pantalla, para así evitar mirar a su compañero.

- Roma.

- uhm.

- No me ignores, es extraño tenerte a mi lado tanto tiempo y que no andes de pegajosa.

Berlín miraba graciosamente la escena de esos chiquillos peleando.

- Río, solo han pasado unos minutos, quiero darte espacio.