𝖠𝗇𝗍𝖾 𝗆𝗂𝗌 𝗈𝗃𝗈𝗌. [𝖡𝖾𝗈𝗆𝖧𝗒𝗎𝗇].

Ante mis ojos.

🖤|«Ante mis ojos, él puede parecer un simple pasante torpe, despistado, travieso, divertido, asustadizo, pequeño y muy tierno».

Donde BeomGyu siempre está presente en cada momento de las cosas que pasan con TaeHyun en la empresa, un pasante algo especial para ante sus ojos.

BeomGyu es presidente de una de las empresas más grandes en negocios internacionales. BeomGyu es un hombre hecho y derecho que nunca se interesó en nada más que trabajo, siempre portando un traje negro con corbata, pantalones que resaltaban sus piernas altas, unos increíbles zapatos lisos de pico y sobre todo, un increíble cabello rubio que resaltaba sus facciones.

Todos amaban y trataban con respeto al presidente Choi. Muchas chicas querían salir con él, chicas de suma importancia que nunca le interesaron y siempre rechazaba, haciendo que estas le tengan rencor.

No le importaba, él sólo era sincero cuando lo ameritaba. Es decir, casi siempre.

Hace unos meses le interesó o más bien, uno de sus pasantes le llamo la atención.

Un chico de piel clara, cabello castaño y un perfil de Dios griego.

El pasante Kang TaeHyun. O bueno, Kang torpe.

—¡Oh por Dios, como lo siento señor! —Exclamó un TaeHyun asustado—. ¡Lo lamento mucho! D-Dejeme limpiarlo. —Tomó un par de servilletas y empezó a pasarlas por la camisa blanca de Choi—.

¿Qué había pasado?

Bueno, digamos que BeomGyu no siempre tenía la costumbre de pasar a ver como trabajaban sus empleados. Un día, él y su asistente Jeongin, fueron al piso donde este pasante trabajaba, que era el área de informes y demás cosas.

En eso, un chico, un chico torpe y asustado se topó con él, para su mala suerte, con café encima.

Muchos decían que BeomGyu daba miedo ya que era muy enojón y explosivo cuando algo salía mal.

Y vaya que tenían razón.

—¡Suéltame! —Exclamó Choi—. ¡Mira como estoy! ¡Está muy caliente! ¿por qué no te fijas? ¿eres tonto o qué?

Choi, al ver los ojos alterados del menor, se sintió como un mounstro ya que este tenía sus manos en puño mientras lo miraba y bajaba la mirada.

—¡Lo siento mucho, presidente! —Dijo TaeHyun con una reverencia de disculpa—.

Choi tragó en seco y se fue rápidamente con su asistente.

—TaeHyun, ¿qué ocurrió?

—Nada, solamente derramé café por accidente en la camisa de mi jefe y me dijo tonto, pero todo bien, rio para no llorar.

—Desde ese día no logro sacarme a ese niño de la cabeza. Debiste ver sus ojos cuando le grité, parecía un gato asustado. —Dijo Choi sentado en su escritorio—. Estoy hablando solo, genial. —Dijo mirando su oficina, suspiró—.

Desde ese día, se dedicó a mirar a TaeHyun desde las sombras, era realmente lindo pero también muy torpe. No era el primero que veía así, pero era el primero que le llamaba la atención.

Más sus trabajos, eran geniales y con buena letra.

—Director. —Dijo Jeongin entrando a la oficina de BeomGyu—. Tengo los informes del MPI.

—Gracias, déjalos ahí. —Pidió—.

Jeongin asintió y dejó los papeles al lado de BeomGyu y lo miró:—¿Otra vez pensando en el pasante?

—¿Es bastante obvio?

—Si no fuera porque lo conozco muy bien, diría que piensa en su padre. —Lo miró—. Pero esa expresión la conozco, la tiene desde que conoció al joven Kang.

—No puedo sacarlo de mi cabeza, ¿por qué?

—Ya le dije mil razones. Incluso me pidió que investigue sobre él. —Lo miró—. Creo que es una atracción.

—Puf. —Bufó—. Tú sabes mejor que nadie que no me involucro con ninguno de mis empleados.

—Lo sé, señor. Pero mire esto, usted ya estado así desde hace meses y ni siquiera hay día que no piense en él. —Lo miró—. ¿Por qué no inventa algo para llamarlo?

—¿Cómo qué?

—No sé, usted es el inteligente aquí.

BeomGyu lo miro mal. ¿Llamarlo? no suena mal, pero, ¿para qué?