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Capítulo 13 Sofia

SOFIA

El ayuntamiento rompía el horizonte del centro de Austin en ángulos, todo era mosaicos marrones inclinados y vidrios amplios. Lauren aparcó en la calle, pero no me di cuenta de que ya no conduciamos hasta que el ruido de la radio se apagó y  el coche se quedó en silencio. Hice girar el anillo de oro que estaba demasiado apretado en mi dedo, tratando de recordar los acordes que había hecho esta mañana, un ritmo a seguir para que los latidos de mi corazón se calmaran un poco y dejaran
de saltar.

"Antes de entrar", dijo Lauren,
mirándonos con ojos sentimentales, como si fuéramos compañeras de graduación, Tengo esta idea. Mis padres lo hacen en la terapia de pareja".

"¿Tus padres van a terapia de pareja?" Yo pregunté.

Clara y Michael Jauregui eran la pareja
más enamorada que conocía. Siempre se estaban besando en la cocina cuando uno de nosotros iba a buscar más bocadillos. Iban a Italia todos los años en su aniversario.

"Si, les gusta. Les ayuda a 'crecer', dicen".

Chloe y yo nos miramos y nos encogimos de hombros. Me preguntaba si estaba pensando lo mismo que yo, que probablemente era más fácil "crecer" como pareja cuando tenías ingresos disponibles para gastar en expertos matrimoniales y viajes a Europa.

"De todos modos", continuó Lauren.
"Cuando tienen un desacuerdo o lo que
sea, comienzan la sesión mirándose a los ojos durante treinta segundos".

"No", dijo Chloe, burlándose. "De ninguna manera."

"Lauren," dije, tocando su brazo. "Aprecio tu esfuerzo. Y que hagas esto. Todo. Pero solo vamos a entrar y firmar algunos papeles, tomar algunas fotos. ¿Está bien?"

"No los dejaré salir de este auto hasta
que lo hagan. En serio. Camila y yo lo
hacemos, y es increíble. Podemos hablar de cualquier cosa'".

"No necesitamos hablar de nada, Lauren", murmuró Chloe. "Excepto por asuntos financieros".

"Como tu futura abogada..."

No pude evitarlo, resoplé.

"En serio", dijo Lauren, y comenzó a
levantar la voz, que no parecia ser un
sonido familiar ni para mí ni para Chloe. "Tienes que tomarte esto en serio. Porque si algo sale mal, traerán a un experto en lenguaje corporal a esa sala del tribunal. Lo juro por Dios."

Silencio. La idea de una sala de audiencias infectó nuestros pensamientos. Las consecuencias que yacen allí. Prisión. Adiós dinero. Adiós futuro.

"Está bien", dije.

"Chloe, siéntate en el asiento trasero con ella".

Vi a Chloe rodear el auto, el vestido largo rosa pastel y los tacones blancos que empujaban el asiento delantero. Olía a rosas y hierba posiblemente debidoa la casa.... o  probablemente también a la colonia de Lauren.

Al menos todos entenderían por qué me siento atraída por ella.

"¿Y en qué se supone que debemos estar pensando?" preguntó Chloe.

"Lo que se te ocurra", dijo Lauren.

"¿Como qué?"

Casi digo sexo como una broma-no broma, pero decidí no hacerlo. Quiero decir, estábamos juntas en un asiento trasero. Era un poco divertido, pero no era el momento. Hice sonar mis nudillos y traté de concentrarme.

"Está bien", dijo Lauren. "Mírense a los
ojos. No rompan el contacto visual. No se rían".

Me reí de inmediato. Pero luego respiré
hondo. Haz esto por Lauren. Haz esto por mamá. Haz esto para el álbum

"Mil, dos mil..." Lauren comenzó a contar en voz alta, pero luego se quedó en silencio. Tres mil, cuatro mil, cinco....

Miré a Chloe. Recordé esos ojos de cuando nos conocimos la semana pasada, antes de que se convirtiera en una idiota. El verde , con largas pestañas bajo delicadas cejas. Tenía un maquillaje natural. Podía oler
su aliento, pasta de dientes de menta y
un toque de algo mas, nada desagradable, solo cálido. Pulmones, terminaciones nerviosas y huesos, eso era todo lo que era Chloe. Como yo, como cualquier otra persona.

Había dicho que corría seis millas por día. Debe gustarle ser dura consigo misma. Sin embargo, parecía que le habían enseñado que también el cuerpo de la mujer debe ir con pensamientos iguales, debe ser
fuerte y nunca mostrar lo contrario. No
envidié eso.

Por el rabillo del ojo vi sus manos,
palmas pequeñas, dedos suaves y finos,
descansando sobre sus muslos. De vez en cuando, se tensaban.

Le había hecho algo a su cuerpo que
estaba tratando de deshacer, podía sentir eso al estar junto a ella ahora, y por la forma en que se movia.

Créeme, le dije a sus ojos tristes en
silencio, me identifico.

Un nuevo capitulo más....

Espero lo disfruten, nos leemos pronto