capítulo 6: Noche de Casualidades.

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Voy caminando por un pasillo con azulejos blancos, tanto en el suelo como en las paredes. Unas lámparas iluminan con luz blanca el pasillo, aunque alguna tenía pinta de que se iba a fundir en cualquier momento. Me fijo en las señales para encontrar el número que busco.

El 3113. Un número capicúa, pero no me transmite demasiada tranquilidad que termine en 13.
Tengo que admitir que soy un poco supersticiosa, pero al fin de al cabo, ¿a quién le gustan los hospitales?

Mi abuela tuvo mucha suerte. Con la caída en la mesa, se rompió algunas costillas, y una de ellas provocó una herida interna que casi la mata, incluyendo el golpe en la cabeza, claro.

Después de que Kasia escapara, Adelle decidió comprobar el pulso de mi abuela, quién resulta que solo está en coma.

Solo coma, aunque un coma muy profundo.

Aún así, es mejor que nada, y confío en que haya posibilidades de que despierte. Con ese pesamiento en la cabeza, voy distraída, y ni siquiera me paro a mirar los carteles. Cuando me doy cuenta de que me he pasado de habitación, me doy la vuelta bruscamente, golpeándome con un chico y cayendo al suelo. El chico se agacha y me tiende la mano.

- lo siento, no te ví girar.- se disculpa.

- no te preocupes, no es culpa tuya, he sido yo la que ha girado de repente.- cojo su mano para levantarme, y entonces le miro a la cara. Tiene el pelo castaño, corto, exceptuando el flequillo, que lo tiene peinado hacia arriba, aunque un poco desordenado. Lo que me llama la atención son sus llamativos ojos verdes, que contrastan perfectamente con su piel morena.

-da igual, por cierto, ¿sabes donde está la habitación 4325? Es que me he perdido.- me dice, un poco avergonzado. Entonces al buscar los carteles para saber hacia donde era, me llama la atención la habitación a mi derecha, y al leer el número, no puedo evitar reirme a carcajadas.- ¿qué pasa?

- la habitación que buscas es esta- señalo la puerta a su izquierda.

- ¿estaba ahí? Lo siento, es que me suelo perder a menudo, así que muchas gracias... esto...

- Scarlet.- le digo sonriendo ligeramente. Este chico me cae bien.

- eso, Scarlet, muchas gracias, te debo una. ¡Nos vemos!- se despide, entrando en la habitación. Entonces yo me doy la vuelta y camino hacia la habitación que és.

Abro la puerta, y veo a mi abuela tendida en la cama con una mascarilla de oxígeno. Está pálida, pero a la vez tranquila. Me siento confundida respecto a si estar tranquila o asustada por la extraña paz que desprende de su cuerpo. No parece como si hace tres días me hubiera contado alguna historia de brujas con tanta energía, que parecía una moto de lo rápido que hablaba... incluso lo escenificaba...

- los médicos dicen que está fuera de peligro- dice Adelle, que acaba de entrar.- así que solo hay que esperar a que despierte, no te preocupes.

- creo que es muy fácil decirlo - respondo, mirando al suelo. Me dirijo a una silla al lado de la cama.

- al echarte de casa, te estaba protegiendo.- dice, acercandose a mí y poniendo su mano sobre mi hombro.- ella sabía que Kasia es peligrosa, y probablemente fuera la persona que persiguió a tus padres.

- quizás ella sabía que vendrían a buscarme y decidió esconderme a costa de su vida...

- por suerte llegamos a tiempo para rescatarla. Todo saldrá bien.- me consuela, y sale de la habitación.

Todo saldrá bien.

Desde que me enteré que a mi madre le habían perseguido por alguna razón, siempre me he repetido esas palabras.

La Noche de Walpurgis (#Wattys2015)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora