¡Gime para mí, Auronsito!

Final

El sol se alzaba imponente sobre nuestras cabezas. Me hallaba junto a Frederick junto a la gran escalinata que llevaba directo a casa de Luzu. Miré de soslayo a mi amada mascota, al parecer había cogido algún que otro quilito. Luzu durante "mi secuestro" no dejó a este pequeñajo desatendido e incluso lo trajo a su parcela junto a Manolo, su fiel cerdo. Ambas mascotas hicieron migas durante aquellos días.

-¡Auronsito! Ya bajo -gritó Luzu mientras bajaba las escaleras corriendo. Sus azulados y brillantes ojos denotaban preocupación- Lo siento, Manolo no podrá venir hoy a pasear, no sé encontraba del todo bien.

-Bueno, entonces pasearemos los tres solos hoy -dije acercándome a él y cogiéndolo por la cintura- o prefieres que deje a Frederick a casa y tengamos una cita a solas.

Luzu, con la cara totalmente roja se apartó avergonzado. Aunque una tímida sonrisita se asomaba en la comisura de sus labios. Sonreí satisfecho ante su reacción. Observé entonces sus ojos. Totalmente azules. Había pasado una semana desde la última vez que "Evil Luzu" se había manifestado. Desde el último accidente en el baño aquellos ojos rojos dejaron de mostrarse y de hecho Luzu desde ese día se mostraba menos ensombrecido. La muralla de piedra aún seguía levantada, aunque ya no había lava en ella, y de vez en cuando aún me echaba en cara mi "traición" al votar a Lolito. Además no lo podía ni ver.

-Oye, ¿Por qué no damos una vuelta por el pueblo? Hoy creo que se celebra algo -dije mirándolo de reojo.

-Si, Vegeta me dijo que hoy era la inauguración del nuevo ayuntamiento- dijo con voz poco amigable- Estoy seguro de que ya lo sabías, ¿no? Al fin y al cabo tu trabajarás ahí junto a tu Lolito del alma.

-Venga mi niño, sabes de sobra que solo trabajamos juntos y que yo solo tengo ojos para ti -musité abrazándolo y atrayéndolo a mí- dime, ¿En la cama de quien duermo cada día?

-Mia... Aunque casi ni me tocas...

-Solo quiero cuidarte y dejar que tú cuerpo se recupere. No quiero volver a hacerte daño nunca más.

Me miró con una mueca de tristeza algo sobreactuada. Desde aquellos días nos habíamos vuelto cercanos y con los sentimientos ya sobre la mesa solo quedaba ver si estábamos preparados para corresponder apropiadamente los sentimientos del otro. Podría decirse que estábamos en periodo de prueba, pero por el momento estábamos bien. Los ojos de Luzu seguían insistentes mirándome esperando algo más de mi.

-Frederick, date la vuelta y no escuches mi niño.

Sonreí y agarré a Luzu fuerte por el trasero, acercándome a su oído y estirando levemente sus cabellos con la otra mano para echar su cabeza un poco hacia atrás. Lo besé en el cuello e incluso lo mordí muy suavemente. Luzu profirió un pequeño gemido.

-Mi niño, no sabes las ganas que tengo de que te recuperes del todo para poder follarte como nunca lo ha hecho nadie en tu vida -dije notando como este se estremecía entre mis brazos- haré que sientas tanto placer que solo querrás suplicarme por más y más.

-¡A... Auron! No digas estás cosas aquí... Estamos cerca del pueblo -gimoteó excitado.

-Venga, sé que te pone. Estás tan excitado que hasta ya te has empalmado -lleve mi mano a su entrepierna descubriendo la mencionada erección- No te avergüences, yo también la tengo más dura que una pedra. Te follaria aquí mismo y que todo el mundo sepa que eres mío.

-A... Auron... -dijo entrecortado con la respiración algo acelerada- nos van a ver...

-Pues que vean.

Sus ojos por un momento dieron un pequeño destello rojizo. Suspiré aliviado sabiendo al fin que "él" seguía ahí y lo besé con ferocidad. Lo besé como si hiciera tiempo que no lo besaba, como si fuera a ser el último día. Fue intenso y duradero.

-Yepaaaa, parejita -oi justo a nuestro lado. Luzu se separó de inmediato avergonzado- ya veo que habéis hecho las paces.

-Joder Lolito, se ha de ser puerco para interrumpir de esta manera.

-Hombre Luzu, ¿vienes a la inauguración?

-Hola Lolito -musitó Luzu con formalidad aunque con tono algo rencoroso- creo que aún no te he dado la enhorabuena por ganar las elecciones. Espero que estés a la altura del cargo.

-Gracias Luzu, la verdad es que fue todo gracias a mí mano derecha o tu novio. Como prefieras llamar a Auron -dijo el pelirrojo intentando picar a Luzu, cosa que sin duda estaba logrando- muchas gracias cerdo.

-Que te den.

-Aunque siendo sinceros -prosiguió Lolito- este cargo es una mierda. La gente no para de quejarse por todo. Que si construye esto, que sí dame lo otro, que si los impuestos son muy altos, que si quiero cosas gratis. Estoy hasta los huevos de todos la verdad. No sabes de la que te has librado, que estrés. Yo pensé que no tendría que hacer casi nah, que solo firmaría cosas y cobraría mucho. En las próximas elecciones te dejo ganar.

-Te está bien empleado, ser alcalde no és fàcil. Hay que ser válido para esto -contestó Luzu con cordialidad.

-Como sea, a ver si con el ayuntamiento todo mejora ya que tendré más trabajadores. Aunque para eso tendré que subir los impuestos a todos, menos a mí mano derecha claro.

-Que capullo eres Lolito de verdad, que mierda de alcalde -dije riéndome- menos mal que al menos esto te quita tiempo para no ser tan travieso y dejar a los demás un poco en paz.

-Ya, la verdad que hecho de menos eso. En fin, voy tirando ya que llegaré tarde a la inauguración. No vemos parejita.

-Sera posible... -dijimos al unísono.

Nos quedamos de nuevo a solas. Luzu aún se hayaba algo tenso e incluso me pareció volver a ver cierta tonalidad rojiza en sus ojos. Lo abracé y pareció calmarse un poco.

-¿Ves? Nada que ver a como soy contigo.

-Ya, siento haber malinterpretado las cosas. Aún así eso no quita que aún este enfadado por votarle a él antes que a mí.

-Bueno, piensa que ahora se va a tener que comer todos los marrones de empezar la alcaldía en el pueblo y si estuvieras ahí no tendrías tiempo para mí. Seguramente no saldrías para nada del ayuntamiento. Pero te prometo que para la próxima no dudaré en votar por ti.

-Mas te vale...

-Vamos, que nos esperan ¡Frederick nos vamos!

Y cogidos de la mano proseguimos nuestro paseo.

FIN.