2 - El gato y la mariposa

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2 - El gato y la mariposa

Sabine y Tom estaban totalmente aterrados. En cuanto vieron las noticias de un monstruo saliendo de la escuela de su hija se apresuraron a ir a buscarla.

— ¡Tom! — llamo a Sabine a su esposo. — ¡Arriba, es Marinette!

Ambos padres lo vieron; su hija siendo cargada por un chico con traje de gato negro. Los vieron entrar al balcón de su hija.

— ¡Vamos!

Ambos adultos subieron las escaleras lo más rápido que pudieron. Abrieron la trampilla de la habitación de su hija y entraron.

— ¡Marinette! — gritaron ambos.

Vieron a su hija de espaldas y al fondo, entre los edificios al chico gato desaparecer saltando entre los edificios.

— ¡Marinette! ¡Estás bien!

Ambos corrieron a abrazar a su hija totalmente aliviados. Marinette reaccionó en cuanto sintió a sus padres sobre ella. Devolvió el abrazo.

— ¡Estamos tan felices de verde bien! — dijo Sabine.

— ¡Perdonamos hija! — Tom comenzó a apretar a su hija. — ¡Fue mi culpa! ¡Debiste estar tan asustada!

— ¡Papá, no puedo respirar!

Tom soltó a su hija. Ambos la vieron, pese a que Marinette no podía verlos, pudo sentir el aire se preocupación en sus padres.

— No se preocupen. — aseguró Marinette — Me salvó Cat Noir. El me trajo hasta acá.

Sabine y Tom intercambiaron miradas extrañados. Notaron el sonrojo en el rostro de Marinette.

— ¿Él chico gato que vimos irse?

Marinette sonrió con vergüenza y asintió.

Tom estaba a punto de decir algo pero su esposa se le adelantó.

— Lo importante es que estás bien cariño. ¿No estás lastimada? ¿Quieres que te traiga agua? ¿Estás cansada?

Esas y más preguntas fueron soltadas por su padre. Marinette soltó su habitual sonrisa.

— Realmente estoy bien. — Marinette rumió dudosa de lo que diría. — ¿Puedo estar sola? Necesito calmarme un poco.

Sabine y Tom toriceron los labios. No querían dejarla sola.

— Por favor. — suplicó Marinette — Realmente estoy bien.

Al final, ambos padres cedieron. Después de obligar a Marinette prometer que los llamaría si necesitaba algo, ambos se fueron.

Marinette ahora sola, soltó un largo suspiro. Luego se sentó en su cama y tomo su almohada, la abrazo con aire soñador. Su corazón no dejaba de latir.

No sabía si era por la vergüenza combinada con la adrenalina o algo más. Pero cada vez que recordaba como Cat Noir la salvó, no podía evitar sentir su cara enrojecer.

Dejo caer su espalda sobre su cama, fue en ese momento que sintió algo a su lado. Volviéndose a levantar, tanteó con su mano hasta encontrar un pequeño cofre.

— ¿Que es esto? — paseo sus dedos sobre la superficie del cofre — No recuerdo tener nada como esto.

Marinette abrió el pequeño cofre, como sus ojos eran capaces de sentir la luminosidad pudo distinguir un pequeño destello. Al acabarse el
cofre cayó al suelo.

— ¿Que paso? — pregunto Marinette.

-—-—-

Nooroo abrió los ojos y miro sus alrededores. Observó el cuarto, las flores y las mariposas revoloteando sobre ellas. No pudo evitar sonreír feliz ante eso.

Miraculous: Lady FairyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora