XVI

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Sasha no podría recordar la última vez que se había sentido tan molesta durante una película, pero estaba viendo una película con su molesta vecina Marcy Wu

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Sasha no podría recordar la última vez que se había sentido tan molesta durante una película, pero estaba viendo una película con su molesta vecina Marcy Wu. Por lo general, caería dormida en las películas de terror, no porque no estaba interesada, sino porque se le vuelven aburridas rápidamente en su opinión. Especialmente las súper terribles que tienen, como dos estrellas en el ranking.

Pero Marcy, por otra parte, estaba aterrorizada, apretando las palomitas y sorbiendo de manera violenta su bebida. La más alta rodó los ojos, recordando por qué la otra chica le parecía tan molesta. La película no daba tanto miedo.

—Sasha, ¿puedes tomar mi mano?

—Marcy, ¿estás hablando en serio?—Le susurró.

—Por favor—. Rogó.

—No, tú eres una molesta hija de puta, joder. Deja de actuar como si tuvieras tres años y disfruta de la maldita película—. Susurró un grito, enderezándose en su lugar. A ese punto ya había asimilado totalmente los atributos de Marcy y lo único que quería era que dejara de ser una maldita bebé.

Estaba a punto de quedarse dormida hasta que sintió algo deslizarse en su mano. La alejó bruscamente.

—Marcy, ¿qué mierda estás haciendo? ¡No quiero sostener tu mano!

—¡Por favor, estoy muy asustada!—La taiwanesa declaró. Sasha dejó caer su cabeza y sostuvo el puente de su nariz.

—¿Te sentirás a salvo si sostengo tu mano?

—Más bien estar entre tus brazos.

—¿Qué?

—¿Qué?

—¿Qué?

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Sunny days | SasharcyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora