II

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El concierto había terminado, el estadio casi volaba de la emoción de los fans. Louis se despidió como siempre, satisfecho y feliz de aquel show. Fue una noche increíble.

Harry y todos a su alrededor lloraban de la emoción, la adrenalina del momento recorría sus venas y sentía como los latidos de su corazón palpitaban en su cabeza. La emoción era demasiado, estaban extasiados de sentimientos encontrados.

Y todo fue calmandose conforme pasaba los segundos, la gente salía gritando, diciendo lo increíble que era Louis, algunos coreaban su nombre y otros solo lloraban, no creían haber estado en el mejor concierto de sus vidas.

Por otro lado, el rizado no era la excepción, agradecía al cielo por aquella experiencia espectacular, era increíble. Aún no caía en cuenta que tocó al mismísimo Louis Tomlinson, y lo tuvo semi desnudo frente a él, ni es sus sueños más locos pensó en esa posibilidad.

Harry salió del recinto, fue a comprar algunas cositas en la tienda que tenían allí. Vendían merchs, llaveros, bolsas, habían varias cositas que quería llevarse de recuerdos.

Hizo su fila mientras hablaba de lo increíble del momento con sus amigas, lloraban al recordar cada detalle. Las banderas LGBT en only the brave, las Flores que lanzaron en Two of us, los saltos y la euforia que se sentía en Kill my mind. TODO ERA MALDITAMENTE ESPECTACULAR.

En medio de la conversación con sus amistades, Harry sintió un golpecito en el hombro y volteó para ver quién era.

— Buenas noches, queremos que vengas con nosotros — un trío de hombres de unos dos metros cada uno, calvos con lentes oscuros le hablaban. Harry los miró un poco asustado, ¿Para que quieren que vaya con ellos?

— Disculpen, ¿Porqué debería ir con ustedes? —  preguntó extrañado. Darcy y Tara tomaron del brazo al rizado, ejerciendo fuerza en el agarre. La verdad, los tres estaban asustados. No era algo muy normal que de repente tres hombres robustos te pidieran que fueras con ellos.

— El señor Tomlinson te quiere ver — la cara del rizado cambió de inmediato, ¿Cómo que Louis lo quería ver? Era un poco tonto creerlo pero, inmediatamente llegó a su mente la escena dónde Louis le dijo 'rulitos'. Sin pensarlo accedió.

Tara y Darcy lo miraron extrañadas. ¿Porqué mierda se iría con unos desconocidos grandulones?

— ¿Harry?, ¡No! ¡¿PORQUÉ MIERDA TE VAS CON ELLOS?! — gritó Darcy tirándolo hacia atrás, quería explicaciones.

— Chicas, hay algo que no les dije — Harry miró a los hombres — ¿Pueden darme unos minutos? — los mayores asintieron y dieron unos pasos atrás, Harry se volteó y tomó las frías y nerviosas manos de sus amigas.

— ¿Qué mierda estás haciendo Harry? ¡Ni siquiera los conoces, podrían ser secuestradores! — gritó Tara soltándose del agarre del rizado.

— ¡Espera! ¡Déjenme explicarles! ¿Recuerdan cuando a Louis se le rompió la camisa? — preguntó.

— ¿Cuando se quedó casi desnudo? — respondió Darcy extrañada

— ¡Si, ese momento! ¿Saben quién fue que lo hizo? — preguntó pícaro.

Las chicas lo miraron con una expresión confundida.

— ¿Tú?— preguntó Tara.

— Si, fui yo.

— ¡¿QUÉ?!— gritaron simultáneo llamando la atención de todos.

— SHHHH, no griten hijas de la verga.

— Pero ¿Porque lo hiciste? Te pueden funar muchacho pendejo— gritó Darcy

— Darcy, nadie sabe que fui yo, pero ese no es el punto... Después de eso pasó algo más... — Harry reía pícaro, recordar la mirada del ojiazul en él era fantástico, era volver a vivir la euforia del momento.

— ¿QUÉ PASÓ HARRY? ¡¡NO NOS DEJES ASI!! — gritó Tara emocionada.

— El me miró a los ojos con ese azul tan hermoso que tiene en sus ojos y me dijo rulitos.

— ¡¿QUÉ?! — volvieron a gritar al unísono.

— Pero eso no es todo...

— Ya dilo hijo de la verga.

— Me dijo: "me rompiste la camisa rulitos, ya vendrá mi turno"

Las chicas quedaron sin aliento, no procesaban la información que acaban de recibir.

¿Louis? ¿Hablándole así a su mejor amigo? ¿Era posible?

— Ya, digan algo que me tienen nervioso— decía Harry mirando las confundidas expresiones de sus amigas, quienes tomaban la mano del rizado y lo miraban con mucha impresión — ¿Creen que quiera... algo conmigo?

— Solo ve — dijo Tara — Te esperaremos aquí si quieres.

— Pueden entrar con el chico, para que no queden aquí afuera chicas — de repente el guardaespaldas habló, haciendo que el rizado pegara un brinco del susto, se volteó y quedó frente al hombre que parecía una pared de lo alto que era.

— ¿A dónde tenemos que ir? — preguntó Tara detrás de Harry, tomados de manos.

— Solo síganme.

— ¿Qué garantía tenemos de que ustedes son del equipo de Louis? — preguntó Harry antes de seguir al equipo.

— Mira, aquí está mi identificación — los chicos la tomaron y rectificaron nombres y permisos. Decidieron en conjunto irse con ellos, sin embargo estaban muy nervioso, ni en los sueños más retorcidos de Harry estaba la posibilidad de que Louis lo llamara de esa forma, con guardaespaldas y solo exclusivamente a él sin siquiera saber su nombre.

En fin, el trío de amigos siguieron a la manada de hombres, quienes caminaban a los costados de ellos, ejerciendo una barrera de protección. Pasaron por algunos pasillos un poco oscuros y por algunas puertas que tenían identificadores, parecían camerinos.

Llegaron a la última puerta, tenía el nombre de Louis, lentamente los guardias abrieron y estaba Louis sentado en el sofá, de piernas abiertas y un vaso de whisky en su mano derecha, y un cigarro a la izquierda,  su mirada se concentró cuando la puerta se abrió y quedó frente a frente con el rizado.

— Bienvenido rulitos, ha llegado mi turno...

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