III

410 41 9
                                    

Los chicos entraron y los guardias quedaron afuera.

Harry no supo que responder, se puso pálido y las manos le sudaban del nerviosismo al tener al mismísimo Louis Tomlinson solo para ellos.

— Tomen asiento —Louis se levantó y sirvió otro vaso de whisky y llenó el suyo - ¿Quieren? - preguntó.

— Ellas no pueden, son menores de edad. Pero yo, yo si puedo y quiero. — respondió Harry nervioso, con un leve temblor en su voz.

Louis lo miró por encima del hombro, y rió un poco. Harry se quería morir.

— ¿Y cuántos años tienes, rulitos? — preguntó Louis dándole el vaso de licor al rizado sin quitar la mirada de los ojos del rizado.

— H-Hoy cumplo dieciocho — respondió bebiendo un poco del licor y tosiendo por lo fuerte que estaba. Louis rió.

— Así que estás de cumpleaños... Quiero darte un regalo.

La bilis de rizado subió y bajó. ¿Qué le iba a dar?

— ¿Si? Pues gr....

— No agradezcas todavía. Ni siquiera te lo he dado. Para eso... — Louis se acercó a la puerta y la abrió — Tus amigas tienen que salir, es algo entre tú y yo.

Las chicas se miraron inmediatamente. Extrañadas y sorprendidas

— Les diré a los guardias que las lleven al cuarto de juegos, así podrán comer y jugar todo lo que ellas quieran — Las chicas se levantaron y salieron de la habitación, dejándolos solos a los dos.

Louis cerró la puerta, y una sonrisa pícara se formó en sus labios...

— Ahora si, es mi turno...

Hot singerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora