╭LOVE SAGA╮
[☕]❝Los Señores Mendes habían muerto en un horrible atentado dejando a su única hija sola, la pequeña Layla Mendes tenía que aceptar que sus padres no volverían nunca más aunque ella lo deseara todas las noches antes de irse a...
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—¡No me gusta la luz! ¡Bájenla un poco! —pide Andrea hacia los electricistas que hicieron caso a su orden inmediatamente.
Layla se mantiene callada y manteniéndose concentrada en limpiar cada una de las mesas que se encontraban en el restaurante, Layla analiza el lugar con velocidad viendo como su padrastro se encuentra pintando una de las paredes.
—¡Layla! ¡La cocina! —grita Andrea asustando a la mencionada que dio un salto en su lugar y asintió con velocidad.
—En seguida —la chica corre a la cocina para comenzar a limpiar esta.
Layla detiene sus pasos en seco al momento de ver toda la cocina y no evita hacer una mueca de asco, habían varios insectos corriendo de un lado a otro, varios platos sucios y también habían varias manchas con una consistencia desconocida que hizo que Layla tuviera náuseas.
—No te vas de aquí hasta que la cocina quede reluciente —advierte Andrea entrando por un pequeño pedazo de tela y segundos después sale de la cocina.
Layla se mantiene callada, pero vuelve a analizar la horrible cocina, la chica cierra los ojos e intenta darse valor hasta que su teléfono comienza a sonar.
—Diga —responde Layla sin ver el contacto y caminando hacia el fregadero más grande la cocina.
—Layla, se supone que ibas a llamarme, estaba preocupada por ti —se queja Amelia al otro lado de la línea y hace sonreír a la castaña.
—Perdón, sucedieron muchas cosas en los últimos días que se me olvidó llamarte —explica Layla.
—¿En dónde estás? —pregunta Amelia confundida, ya que escuchó varios golpes y taladros.
—En el restaurante de mis padrastros, están haciéndole algunas modificaciones antes de inaugurarlo mañana —explica Layla viendo un momento por la barra de entrega de la cocina como tres hombres cuelgan varias cosas en las paredes.
—¿Tan rápido lo van a inaugurar? —pregunta Amelia confundida y sorprendida.
—Sí, no quieren perder tiempo y dinero esperando —explica Layla soltando un largo suspiro.
—Hablando de dinero, ¿pudiste inscribirte a la preparatoria de Forks? —pregunta Amelia interesada mientras se sienta en su cama.
—No, me lo prohibieron —admite Layla recargándose en uno de los mesones de metal de la cocina.
—No pueden prohibírtelo, es tu derecho y ellos prometieron dártelo cuando te adoptaron —recuerda Amelia molesta.
—Voy a encontrar la manera de inscribirme, pero no podré hacerlo dentro de los próximos días porque me mantendrán trabajando en el restaurante —explica Layla en un susurro sin querer que sus padrastros la escuchen.
