╭LOVE SAGA╮
[☕]❝Los Señores Mendes habían muerto en un horrible atentado dejando a su única hija sola, la pequeña Layla Mendes tenía que aceptar que sus padres no volverían nunca más aunque ella lo deseara todas las noches antes de irse a...
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Layla le agradece al taxista que la dejó enfrente de su cafetería y le desea un buen día, la castaña analiza con cuidado la parte de afuera del café y no evita sonreír ligeramente al haber perdido el odio hacia la cafetería.
—Bueno días —dice una mujer al momento en que Layla entró a la cafetería, la castaña le sonríe amablemente.
—Buenos días, estoy buscando a... —Layla no puede terminar de hablar, ya que cierta persona la interrumpió.
—¡Te dije que no regresaras! —recrimina Amelia al momento de reconocer a su mejor amiga que no evitó darle una sonrisa avergonzada—. Vanessa, ella es la dueña de la cafetería, Layla Marlow.
La mencionada acomoda su suéter de lana blanco y agita su mano ligeramente hacia la mujer que le dio una radiante sonrisa.
—Bienvenida Señorita Marlow, lamento mucho el haberla detenido —se disculpa la mujer avergonzada viendo como Layla negó ligeramente.
—No te preocupes, es tu trabajo —asegura Layla con una amable sonrisa antes de sentir como la tomaron del brazo.
—Estaremos en la oficina, cualquier cosa nos llamas —dice Amelia hacia Vanessa que no dudó en asentir.
Layla se despide de ella con amabilidad antes de seguir a Amelia hacia detrás del mostrador, las dos entran a la parte de las oficinas del café y Layla entra a la que una vez fue la oficina de Andrea.
—Bienvenida a tu oficina —dice Amelia con emoción dejando que su mejor amiga entrara al lugar y pudiera ver como había quedado la remodelación.
—No es cierto —susurra Layla divertida antes de negar ligeramente estando encantada con todo su alrededor—. De verdad que tú tienes un gusto, hermoso y elegante.
—Lo sé, yo escogí todo —asegura Amelia con una sonrisa viendo como Layla caminaba lentamente por la oficina estando maravillada—. Me costó algo de trabajo acomodar todo correctamente por el especia reducido, pero siento que quedó muy a tu estilo.
—De verdad que me conoces bien, sabía que el café estaría en buenas manos mientras no estaba —asegura Layla dejando su bolso sobre el escritorio de madera mientras regresaba su mirada hacia Amelia que asintió con seguridad.
—Mi oficina se encuentra justo a lado, así que no tendremos ningún problema de comunicación —explica Amelia dirigiendo su mirada hacia el teléfono de la oficina—. Tienes una conexión directa hacia el teléfono de mi oficina, es el número uno.
Layla asiente ligeramente antes de darse cuenta de la manera en que Amelia se encontraba mirándola.
—¿Qué pasa? —pregunta Layla intentando actuar normal delante de su mejor amiga que se cruzó de brazos.
