╭LOVE SAGA╮
[☕]❝Los Señores Mendes habían muerto en un horrible atentado dejando a su única hija sola, la pequeña Layla Mendes tenía que aceptar que sus padres no volverían nunca más aunque ella lo deseara todas las noches antes de irse a...
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—¿Se pude saber qué hiciste? —pregunta Andrea molesta manteniendo su mirada en Layla que intentaba procesar lo que pasó hace un momento.
—¿Él me defendió? —piensa la chica sorprendida y ciertamente consternada, ahora estaba en problemas.
—Layla —insiste Andrea mientras se cruza de brazos y ve a la mencionada que aclaró su garganta.
—Yo no hice nada, atendí la mesa como siempre —explica Layla tras pensar sus palabras—. Él buscó problemas y yo intenté que se tranquilizara.
—Le diste una mala experiencia a nuestros clientes, ¿por qué no le cambiaste el plato al hombre? —recrimina Andrea dándose cuenta de como Layla cerró sus manos con fuerza.
—Porque ustedes dijeron que jamás debía de hacer eso, él pidió el termino de sus huevos así —recuerda Layla intentando mantenerse tranquila para no tener más problemas—. Yo no tuve la culpa, él quería pelear.
—Ugh, no voy a mencionarle nada a tu padre pero no quiero que te metas en más problemas —advierte Andrea dando un paso hacia Layla que retrocedió a manera de reflejo—. Obedeces sin decir ninguna palabra o tendrás tu merecido en la casa, ¿entendiste?
Layla baja la mirada mientras se cruza de brazos, relame sus labios antes de ver a Andrea que se mantenía mirándola molesta.
—Sí, Andrea —susurra Layla en respuesta bajando la manera sabiendo que así su madre adoptiva se sentiría mejor, si ella demostrada que tenía control sobre ella podría salir sin ningún golpe.
—Vuelve al trabajo —ordena Andrea antes de alejarse de Layla la cual se mantuvo en su lugar soltando un suspiro de alivio.
Layla intenta tranquilizar su respiración junto con su acelerado corazón, cierra los ojos y asiente con seguridad antes de fingir una sonrisa, tenía que mantener las apariencias enfrente de todos los clientes.
Layla sale del pequeño pasillo que daba hacia la oficina de Andrea y entra nuevamente hacia el restaurante en donde todo se mantuvo tranquilo, la castaña camina hacia la caja registradora y se encuentra con su pequeño cuaderno de ordenes. Layla frunce el ceño ligeramente antes caminar hacia la mesa de Jasper, ya que quería agradecerle por lo que hizo.
La castaña detiene sus pasos al momento de no ver a los dos rubios en su mesa, solo se encuentran sus platos correspondientes completamente vacíos, Layla siente como la decepción recorre su cuerpo y se da cuenta de que ni el mantel de dibujo estaba en la mesa.
—Jamás deje que alguien la trate así, gracias por el desayuno, dice Isaac que estuvo delicioso —lee Layla en voz baja la servilleta que había en la mesa, la chica sonríe al darse cuenta de que Jasper utilizó uno de los crayones que ella le había dado al pequeño Isaac—. Me disculparía por meterla en problemas con tus jefes, pero no lo siento para nada, Jasper Hale.
