Capitulo 2: Estoy de vuelta.

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Las escaleras rechinaban con cada paso que el daba al bajar, sintiendo la madera crujir bajo la suela de sus impecables tenis blancos. La incertidumbre deslumbro por un momento sus extravagantes ojos grisáceos, a través de sus lentes fotocromáticos. 

Inspeccionando minuciosamente cada rincón de lo que alguna vez fue su hogar.

El lugar estaba tal como lo recordaba, las estrechas paredes que conformaban los pasillos de su casa estaban libres de polvo o telarañas, tal como las fotos familiares que su madre enmarcaba con tanto amor.

Sin poder evitarlo, una solitaria lágrima descendió por su –ahora– cuidada piel, terminando su recorrido en su fino mentón.

Recordar lo mucho que extraño su casa, y las horrendas -como les llamaba- fotos familiares, solo generaban que la melancolía invadiera su cuerpo, llenándolo de espasmos y malos pensamientos.   

Provocándole un nudo en la garganta, dejándolo con una sensación agria en la boca, imposibilitándole hablar o formular incluso los monosílabos más simples.

Sin lugar a dudas, una sensación dolorosa, y sobre todo rencorosa.

El enredó de sus cuerdas vocales, a como el lo siente, no le permitía sacar ni el más mínimo llanto o lamento, que desde hace una hora mantenía reprimido en lo más profundo de su ser, el dolor por los tan repentinos y angustiosos momentos, y, sobre todo:

El rencor producto del arrepentimiento.

Provocaron en Cheong un enorme dolor en lo más profundo de su corazón, haciendo que sus entrañas se revolvieran de solo recordarlo. Rompiendo lentamente su Alma, estrujando su corazón y destrozando tristemente su última voluntad de lucha.

Porque el dulce joven de no más de quince años se sentía fatigado, destrozado y arrepentido.

¿Y a qué se debe esto?

Se debe, a que Cheong se reprendía de forma inconsciente el no haber ayudado un poco más a sus amigos.

De haber dado un poco más de su voluntad aún que estuviera agotado, con el fin de contribuir en la dolorosa travesía que enfrento con sus compañeros con la esperanza de sobrevivir.

«Quizás de esa forma la otra parte se hubiera salvado»  medito, cerrando sus ojos con dolor.

—Con que así se siente la impotencia —murmuro, desviando sus ojos grises a sus manos.

Las manos que anteriormente se encontraban manchadas por la sangre de personas desconocidas.

¿Se podría decir que en esta "linea temporal" se encuentran por fin limpias?  

«No», Negó resignado, «¿Que idioteces estoy pensando?».

Sintiéndose mas idiota de lo que pensaba tomo el suficiente aire para llenar sus pulmones, buscando, de alguna forma, sentirse vivo.

En parte, era verdad que se arrepentía de no haber podido proteger a On-jo: De no haberla ayudado con el dolor que atravesó por la repentina e inesperada muerte de su compañera al verse infectada. De, no haberla ayudado a sobrellevar de una mejor forma la lastimosa situación.

Aun que, en ese entonces, ni siquiera cheong abría podido predecir que eso sucedería.

—Pero eso era antes —formulo, dejando de apreciar los recuerdos de su infancia.

Los abrumadores sentimientos que cheong sintió minutos atrás, comenzaron a ser reemplazados por el pequeño pero naciente sentimiento de lucha, el cual, antes, sentía extinguido.

A Través Del Tiempo (Gwi Nam X Cheong San)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora