Capítulo 5:
Suspiros perdidos en el viento.
La puerta del local se abrió y cerró. Dos amigos salieron a la calle respirando el viento frío, despidiéndose entre risas y abrazos con la promesa de verse al día siguiente en el aula.
Unos ojos atentos miraban desde una esquina su interacción, sin atreverse a intervenir, solo disfrutando del helado frío que congelaba las puntas de sus descalzos dedos, generándole una sensación de entumecimiento.
Chisto la lengua disgustado; al ver cómo Su-hyeok se despedía con un caluroso abrazo del menor. Nam vaciló, incrédulo de la afectividad que ambos demostraban.
«Son amigos», pensó aguardando un suspiro con sus ojos cerrados, «Es de esperarse».
Más calmado, abrió sus ojos, esperando encontrarse con la imagen de Cheong entrando al local. Error.
El chico de lentes impenetrables cambio su insólito rumbo por uno de los muchos callejones fríos del lugar, curioso, Gwi-nam lo siguió, subiendo y bajando los mismos pasos que su compañero, atravesando la oscuridad y humedad que aguardaban los estrechos lugares. Pisando sus mismos pasos. Hasta que se detuvo.
Yoon había detenido su persecución en un callejón sin salida.
«¿Dónde...?» pensó, dudoso de su pobre visión. Recorrió con su mirada el desolado lugar, escuchando el zumbido del viento en sus oídos, y el goteo del agua entre los techos.
Y entre todo ese húmedo lugar, lo vio posar.
Ahí estaba cheong, entre uno de los barandales que rodeaba el borde de una pequeña montaña de la calle, la cuál daba al resplandor de la ciudad. Una hermosa visión nocturna.
«Como un periférico nocturno».
Interesado, se acercó con paso calmado, viendo en dirección al centro de la ciudad; dónde se reflejaba por un sin fin de luces.
Cheong se sobre salto al ver que no se encontraba solo en el lugar. Dirigiendo sus asombrados ojos en dirección al invasor.
-¿Que haces aquí? -atacó frunciendo su rostro, escudriñando lo detrás de los lentes.
-Eso mismo te pregunto a ti - cuestionó con sutil calma -, ¿No es muy tarde para que estés aquí, en el sereno de la noche?
El menor hizo un gesto ambiguo con su boca, y con pesadez dijo:
-Eso no te interesa.
El joven mayor asintió sin mucho interés, tamborileando con los dedos sobre el metal helado y tarareando en su garganta.
-Tienes razón, pero eso no quita el hecho de que esté aquí - dejó de bailar los dedos abruptamente, casi burlonamente. Mientras una pequeña sonrisa sinica crecía en la comisura de sus labios, -De todas formas: Tú y yo tenemos algo de qué hablar.
Propuso de la nada, dirigiendo su pesada mirada a través de los lentes, cómo si no estuvieran ahí.
Arisco, cheong sintió sus bellos erizar cuál gato irritado, y con la voz más demandante que pudo sacar, hablo:
-No tenemos nada de que hablar.
Gwi-nam río, acercándose a pasos calmados, deslizando la mano sobre la barra superior del barandal de metal que impedía la caída de ambos por el voladizo.
-Eso es lo que tú creés -acerco su perfilado rostro a centímetros del rostro ajeno, soltando su cálido aliento en un susurro cargado de calma e ironía -, pero has estado huyendo de mi en todo el día. ¿O no es así, Cheong San?
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A Través Del Tiempo (Gwi Nam X Cheong San)
أدب الهواةTras su eminente muerte a manos de Gwi-Nam, y la catastrófica explosión que arrasó con todo lo que le rodeaba a Kilómetros en un intento del gobierno por erradicar a los zombis. Cheong san se despierta en su habitación en una noche lluviosa. Eufóri...