Capítulo 08

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JeongGuk se consideraba a sí mismo una persona fuerte.

No se permitió caer de nuevo después de la muerte de su padre, después de perder a aquel hombre que le dio tanto amor durante diez años hasta que murió.

Toda su fuerza, todas sus ganas de reprimir una y otra vez el dolor, todo desapareció cuando TaeHyung se metió irreversiblemente en su camino.

Cuando Hyuk le propuso vengar a su padre no lo pensó demasiado. En ese entonces, estaba dispuesto a lo que sea con tal de devolver a si mismo la calma que perdió luego de ver a su progenitor, una enorme mancha roja en su cuello y piel pálida tirado en el suelo, sin vida.

Enamorar a Kim TaeHyung, crear ilusión en el para ingresar fácilmente a la familia Kim, para obtener información sobre cómo atacar de forma más efectiva.

Tenía las cosas tan claras, estaba tan seguro de si mismo que no considero encontrarse a mitad de camino, tan cerca de su objetivo final, pero sin ganas ni intenciones de lastimar al chico con quien compartió dos importantes años de su vida.

Trató de negarlo, pero el lo sabía muy bien. Alargó la llegada al final a propósito.

No deseaba apartarse del lado de TaeHyung, no cuando el rubio estaba tan incrustado en su mente y alma.

A pesar de que nunca pudo darle el amor sincero que ese hermoso chico le pedía, a pesar de que nunca pudo amarlo con calma, con la verdad en la punta de la lengua muchas veces, tampoco deseaba terminar con aquello que lo hizo feliz.

Nunca pudo hablar directamente de su familia con TaeHyung. Tampoco podía soportar cuando cuando el chico le preguntaba al respecto, siempre llegaban a lo mismo de siempre.

TaeHyung creía que no le tenia confianza.

JeongGuk sentía un nudo en la garganta cada vez que mencionaba a su padre.

La incomodidad, la espina instalada en su corazón siempre estuvo allí. El dolor de tomar su mano y pensar en el momento en que ya no pueda hacerlo. La sensación de besarlo siempre como si fuera la última vez. El calor que sentía cada vez que lo abrazaba porque estaba seguro de que nadie le podía ofrecer la calidez que sentía junto al rubio.

Contrario a lo que pensó en un principio, cuando TaeHyung lo miró a los ojos y le sugirió terminar. En lugar de sentirse victorioso o contento de terminar con la venganza que algún día decidió iniciar, nunca se sintió tan perdido.

Hizo muchas cosas a espaldas de su hermano.

Cuando se ejecutaría el atentado contra la madre de TaeHyung, fue el quien sugirió llevarla. Cuando planearon incendiar la casa de los Kim, se adelantó para evitarlo, planeó una fiesta ese mismo día en esa casa. Al inicio de su relación, incluso evitó que abusaran de TaeHyung, le pagó a esos hombres el doble de lo que les había dado Hyuk con tal de que no le dijeran nada.

Ni siquiera se dio cuenta del momento exacto en el que dejó de ver al rubio como parte del plan inicial.

Alzó la mirada de sus manos para observar la imagen de ese hombre azabache en un perfecto traje negro. Tragó saliva, su mirada nublándose al mismo tiempo que las palabras se atoraban en su garganta.

—Perdóname. —Murmuró, sollozando estrangulado. Se estaba ahogando. Volvió a bajar la mirada viendo vagamente como las lágrimas caían a la alfombra negra a sus pies. —Por favor, p-perdóname.

Donde sea que se encuentre en ese momento, si lo estaba viendo o no. Deseaba con toda el alma que su padre lo perdone por no haber sido capaz de vengar su muerte.

Sin darse cuenta, las lágrimas dejaron de caer, sus ojos aún ardiendo. Se mordió el labio inferior con la vista desorientada en esa pieza de oro en su dedo.

Love back ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora