Pequeñas historias raras

Solo Es Un Juego

—Uno, dos, tres... ¡Tenemos que jugar!... Uno, dos, tres... ¡Volvamos a intentar! —Canta una hermosa niña de 7 años con sus amigos.

—¡Volvamos a intentar!—Repite con su bella voz.

Sus amigos asienten y corren. La niña intenta alcanzarlos. Corre con todas sus fuerzas. La adrenalina corre por sus venas al jugar, ya que ella se siente emocionada.

—¡No corran tan rápido que no los alcanzo!—Grita la pequeña, desesperada.

Pero no lo suficientemente alto, porque solo alcanza a 2, los cuales, se hayan en el suelo sonriéndo en el suelo y con soda.

—¡Yo quiero soda! —Declara la inocente con aire malcriado. —¡Dame! —Pero a pesar de su petición, sus amigos no se mueven. —Esto es aburrido.—Masculle la infante con cara molesta.

Pero sus ojos se iluminaron al ver más amigos cerca de ella.

—¡Vamos a jugar! —Gritó un joven de quizá 21 años, a la niña. —¿Te parece?

Ella asiente frenéticamente. Cerrándo sus ojos color caoba y agitando su cabello negro. Camina hasta él y toma su mano, dejándo su juguete favorito en su mano libre, el cual se arrastra por el piso.
      
                     °            °            °
Después de un mes, la niña se encontraba en su nuevo hogar. Se sentía inmensamente feliz.

¡Tenía millones y millones de amigos! Jugaban al té, a las atrapadas, a las escondidas y a muchas cosas más.

—¿Qué rayos está haciendo? —Pregunta el doctor Ryfe al joven de ojos verdes, que observa a la pequeña.

—Está jugando. —Sonríe al decir esto, dejando ver sus perfectos dientes blancos.

—¿Jugando? —Pregunta confundido.

—Sí. Con sus amigos. —Responde el muchacho.

El doctor Ryfe, mira de nuevo a la niña, que está en la habitación de paredes blancas y acolchonadas, que sonríe como si estuviera haciendo lo mas divertido del mundo. No para de hablar y retorcerse. Está cautiva en una camisa de fuerza.

Pero eso no la detiene.

—¿Qué hace aquí? —Pregunta Ryfe con curiosidad.

—Tiene esquizofrenia. Mató a du familia... Bueno, a todo ser vivo que se le acercaba, y ella piensa que juega. —El de cabellos caoba suelta un suspiro.

—Vaya, y tienes que entrar...—Murmura Ryfe un poco apenado con su amigo.

—No te preocupes. A mí no me hará nada...

—¿Por qué tan seguro?

—Simple instinto...

Ryfe frunce el ceño, pero decide restarle importancia, toca el hombro del oji-verde y se va caminando de allí.

—Simple instinto...—Repite el joven con una sonrisa divertida en los labios, cuando se da cuenta, que la niña lo ve...

Con ojos de amor.

                *               *              *
Nota de autora:
Chan chan chaaaaaaaa~n
¡Holo! Ya vine... (Otra vez)

Lo prometido es deuda xD

Aquí una nueva historia corta rara :3
Espero les guste.

Ahora unas preguntas que preguntan mucho:

1. ¿Cuál era el juguete favorito? owo

2. ¿Qué les parece Ryfe?

3. ¿Qué onda con el final?

4. ¿Estoy bien rara?

5. ¿Dejo las preguntas? (si por favor)

6. ¿Sigo con las historias?

Eeeeeeeeeen fin. Y ya.

¡Comenten y voten! Es gratis. (Aún)