Pequeñas historias raras

La Pequeña Inocente.

Hay un secreto, que me mantiene aquí. Un secreto muy malo y bizarro. Mi Padre tuvo la culpa. Yo... Yo no quise hacerlo. Lo juro. Mi Madre no hizo nada. Ahora ella sufre lo mismo que mi Padre.

Mi mirada infantil se centra en el refrigerador. Hace 2 semanas que estoy aquí y ya no hay comida. Mamá ya no puede salir a comprar.

Y es culpa de Papá. No mía.

Mis pequeños pies pálidos, tocan las baldosas del baño, las cuáles están frías. Estornudo. Tengo hambre, pero ayer revisé la nevera y ya no había comida.

Una rata se pasea por el pie de Papá. Mamá no grita como de costumbre. Ya no puede.

Por culpa de Papá. No mía.

Al ser una niña, no alcanzo el espejo del lavamanos sin ayuda de una silla. Así que no puedo verme ahí.

Hay agua de color regada por el piso, mancha mis pies y es espesa. Y roja. Muy roja. El olor feo invade mis pequeñas fosas nasales.

Y me veo.

Me veo en el gran espejo de la sala. Una pequeña niña de 6 años, con un cabello negro y largo, despeinado. Con piel pálida, ojos negros y vacíos. Con una sonrisa peculiar en sus labios, vestida de rosa y con manchas carmesí en su vestido de encaje. Y un cuchillo adornando sus pequeñas y pálidas manos.

Con el fondo, de sus Padres inertes en la sala.

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Nota de autora:

Bueno, esta es la primera mini-historia de "horror" (no sé escribirlo, pero me gusta u.u)

Primer comentario y subo otro :3

Pd: Sí veo que muchos comentarios dicen que haga más trama a esta historia, lo haré :3