Capítulo 4: Despertar y desafiar

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Eran las 6:00 am y Akiko se encontraba poniendo el desayuno en la mesa para ella y los niños. Hoy era el primer día de clases de ellos, ya se imaginarán la emoción de Akiko por verlos con el uniforme.

- ¡Izana, Kakucho, el desayuno está listo, vengan! - gritó la chica desde la cocina.

- ¡Hermana, hermana mírame! - viene corriendo Kakucho muy emocionado.

- Aww que lindo te ves, te comería a besos. - dice la morena mientras buscaba su celular, para tomarle una foto.

- ¡Sonríe! - hace una seña enseñando una sonrisa.

*Click*

- Mira qué hermoso saliste Kaku. - le enseña la foto al pequeño.

- ¡Wahh! que linda quedó. - dice con un brillo en sus ojos.

- Ahora falta que Izana venga para tomarle una foto a los dos.

- Ya estoy aquí. - aparece detrás de su hermana asustándola.

- ¡AHHHHHHH! ¡Izana, no vuelvas a hacer eso! - le dice mientras caminaba hacia su teléfono para recogerlo del suelo.

- Pff~ lo- lo siento Aki - no se le entendía porque tenía una mano en su boca para no reírse.

- Ya verás niño, tomaré venganza por eso. - dice mientras revisa que su teléfono no se haya roto. - Bien, posen, les tiraré una foto.

Los niños se acomodaron y sonrieron.

*Click*

- ¡Awww que lindos son! - la morena comenzó a darles muchos besos por la cara a los pequeños.

- Basta Aki jajajajaj~ - comenzó a hacerles cosquillas también.

- Ya, vamos a comer, debemos irnos - paró de hacerles cosquillas y se sentaron a comer.

- Gracias por la comida.

"Lindos momentos continuaban creándose y cada día se volvían más cercanos. A veces, las cosas felices llegan a su fin."

Luego de terminar de comer, se fueron a lavar los dientes y Akiko a limpiar los trastes sucios.

- Ya estamos listos Aki. - dice Kakucho.

- Muy bien, déjenme terminar de lavar esto último, lavarme los dientes y nos vamos, vayan y espérenme al frente de la puerta. - ante lo mencionado que dijo la mayor, los niños fueron hasta la puerta, se cambiaron sus zapatos y la esperaron ahí.

Una vez terminó de lavar los trastes, fue a lavar sus dientes y luego fue hasta donde los niños.

- Bien vámonos. - dijo cuando se puso sus zapatos.

Salieron de la casa y Akiko se encargó de cerrar bien la puerta. Caminaron hasta el auto y se subieron. La chica puso un poco de música y emprendió viaje hacia su destino.

La escuela no quedaba tan lejos, así que no se tardaron nada en llegar.

- Llegamos pequeños. Pórtense bien, si alguien se atreve a tocarlos le parten la cara. - mostró una sonrisa orgullosa.

¿𝐘𝐨 𝐭𝐞𝐧𝐠𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐚? || Izana Kurokawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora