Tiempo después de que Izana fuera abandonado por su madrastra y llevado a un orfanato, una mujer va en busca de este diciendo ser su hermana.
¿Izana se irá con ella? ¿Realmente es su hermana? ¿Quien es ella? ¿Qué pasará?
Izana y Kakucho se encontraban en la sala viendo uno de sus programas favoritos, mientras Akiko estaba en la cocina preparando unos sándwiches para ellos.
Después de terminar de preparar el almuerzo, Akiko se dirigió a la sala para entregárselo a los niños y sentarse a comer. Sin embargo, antes de que pudiera empezar a comer, el timbre sonó.
A regañadientes, Akiko fue a revisar quién era y se encontró con una visita inesperada.
¿Shinichiro? ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar trabajando? - preguntó la morena confundida por la aparición del pelinegro, quien le había dicho anteriormente que no podía pasar a ver a los niños debido a su horario laboral.
- Oh, lo siento. Terminé antes de lo previsto y quise pasar a ver a los niños, pero si estás ocupada puedo retirarme y venir mañana. - respondió Shinichiro.
- No, está bien. Pasa. ¿Quieres que te prepare un sándwich? - ofreció Akiko mientras le cedía el paso al pelinegro.
- Con permiso. - dijo Shinichiro mientras entraba a la casa. - No, gracias. Comí algo antes de venir. - agregó, pero su estómago gruñó en desacuerdo.
- ¿Decías? bromeó la oji violeta, riendo un poco antes de ir a la cocina a preparar algo para Shinichiro.
Después de pasar una agradable tarde juntos, riendo, comiendo, viendo películas y jugando juegos, Shinichiro se preparó para irse.
- Me lo he pasado genial hoy, pero ya debo irme. Se está haciendo tarde. - dijo Shinichiro mientras se levantaba del sofá.
- ¿Irte? Estás loco si crees que dejaré que te vayas a estas horas. - respondió Akiko. - Te quedarás a dormir hoy. Ya es muy tarde, así que dormirás en mi habitación y yo dormiré con los niños. ¿No les importa, verdad?
- No, para nada. - dijo Kakucho con una sonrisa.
- Muy bien, entonces está decidido. Te buscaré ropa y la dejaré encima de mi cama. - anunció Akiko mientras se dirigía a su habitación.
Mientras tanto, Shinichiro jugaba un poco con los niños hasta que se quedaron dormidos. Luego, Akiko y Shinichiro los llevaron a la cama y los arroparon antes de retirarse.
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Al día siguiente, Akiko se despertó sola ya que los niños ya se habían levantado. Descubrió que Shinichiro ya había preparado el desayuno temprano debido a que tenía que irse a trabajar.
- Buenos días, Shinichiro. ¿Ya te tienes que ir? - preguntó Akiko cuando lo vio en la cocina.
- ¡AHHHH! ¿Me quieres matar del susto? No vuelvas a aparecer así. - exclamó Shinichiro, llevándose la mano al corazón.
Akiko no pudo contener la risa, y pronto los niños también se unieron.
- Oigan, no se rían. Casi muero del susto. - dijo Shinichiro con indignación.
- Es que tenías que ver tu cara, Shini. - dijo Akiko entre risas.
Los niños se retiraron a su habitación, dejando a Akiko y Shinichiro riendo juntos en la cocina.
- Y-yo ya me encargaré del desayuno. No te preocupes. - dijo Akiko entre risas mientras comenzaba a botar la comida quemada.
Qué mañana más loca, pensó Akiko mientras ayudaba a Shinichiro con el desayuno.
Sin duda, sería un día para recordar. Además de que Shinichiro tendría que comprar un nuevo sartén para la pelirrubia.
♡︎♡︎♡︎
Algo corto pero hermoso.
Espero que les haya gustado, hasta el próximo capítulo.
