Capítulo 1.

204 12 2
                                    

- Pequeño brinco al futuro -

Haiku: No esperaba que todo terminara así. Siempre quise vivir en tiempos interesantes, pero ya no... Qué idiota. *abrazando fuertemente a su albino*

Lincoln: *temblando* También se me cruzaban ese tipo de pensamientos. Cuando tienes algo por lo cual vivir, dejas de querer que esas estupideces sucedan algún día.

Haiku: *llorando* Mi amor...

Lincoln: *mirándola con miedo*

Haiku: No me quiero ir. No quiero dejar de verte, de sentirte. De escucharte.

Lincoln: *triste* Haiku... Si esta es la última vez que nos vamos a ver, no te abandonare. No lo hice aquella vez, ahora menos. *tomando sus mejillas* Nos iremos juntos.

Haiku: Juntos. *llorando*

Todo, todo iba perdiendo color, nada más que frío y eterno vacío que se tragaba la vida había. Nada ni nadie podía escapar. Y lo sabían. Con las últimas horas que le quedaban a cada ser que seguía con vida, aprovechaban y hacían todo lo que nunca pudieron hacer.

Los países o lo que quedaba de ellos, se sumergian en el olvido. Decir que pasaron a Estados en quiebra, no era nada. Una palabra muy corta para lo que en verdad acontecia.

Ahora más que nunca el ruido que generaban los lugares que seguían en pie, era horrible, insoportable. Un festival de la miseria, bancarrota moral, agonía y oraciones. Pero todo eso quedaba en silencio puro apenas y lo desconocido tocaba la puerta.

El declive absoluto de la vida. La balanza se había quebrado. La humanidad recordó el por que antes le tenían tanto pánico a la oscuridad. A lo desconocido.

La moral había fallado tanto como las oraciones. Los cerdos dejaban salir sus verdaderos pensamientos. ¿Qué más importaba? Ya todo estaba para el carajo. Tan pronto como llego la nada misma, la mayoría se convirtió en el putrido ser que escondía todos los días. Familias se "protegían" del infierno que siempre estuvo presente, pero que jamás mostraba su verdadera cara por completo. Ahora no solo el vacío era la mayor preocupación, sino que también esos degenerados desatados. Hombres, mujeres y niños le hacían y se hacían a ellos mismos toda clase de perversidades. Como dije, ya nada importaba. De todas formas iban a morir.

Lincoln: *llorando* Haiku.

Haiku: *snif-snif* ¿Ss-si?

Lincoln: Sigo agradecido por haberte visto otra vez. Aunque afuera este el infierno, contigo a mi lado, puedo soportarlo.

- sonando disparos de escopeta junto a gritos de desesperación y agonía a lo lejos -

Haiku: *formando una sonrisa en sus delicados labios húmedos* Sin ti, creo que ya no estaría aquí. Todo esto es demasiado. Pero tú... haces que siga en pie. Siempre te estaré agradecida por eso. Eres la única alma que se preocupaba por mí, y sigues haciéndolo. Me alegra el no irme sola.

Lincoln: *sonriendo con las lágrimas bajando por sus mejillas*

Haiku: Amor, S-sé que con todo lo que está pasando es una pendejada lo que te voy a pedir... Pero, pero... - tomando las manos de él -

Lincoln: Descuida, dime.

Haiku: *rojita* Quiero hacerlo. Una última vez. Nuestra última vez.

Lincoln: Ese sí es un final. *sonrisa triste*

Haiku: Jaja. - quitándose la ropa -

Lincoln: No es una pendejada, bueno, para mí no.

Haiku: *apenada* Siempre sabes que decir para ponerme feliz.

Lincoln: *mirando por un instante a la ventana* ¿Cuánto crees que tarde en llegar?

Haiku: *triste* No lo sé. Y no quiero seguir pensando en eso. Solo espero que no llegue tan pronto... - quitándole la camisa a su esposo - Jaja. - abrazando el pecho de Lincoln -

Lincoln: *triste* ... Jaja... - devolviendo el abrazo -

Haiku: Sabes... Me hubiera encantado tener una hija. Pero, me alegro que no fuera así.

Lincoln: *pensativo* Sí... Igual yo.

Haiku: No habría nada para ella. Nada.

Lincoln: - haciendo más fuerte el abrazo - ¿Y cómo te habría gustado que se llamara?

Haiku: Hmm... Kukiko.

Lincoln: *sonriendo* Nieve.

Haiku: Sí. Muy probablemente tendría el color de tu cabello. El nombre haría juego, ¿no crees?

Lincoln: Sin duda. Vaya padres que ella hubiera tenido. Jaja.

Haiku: Jaja. *pellizcando levemente el brazo de él* Callate.

Lincoln: Lastima que eso no me despertó...

Haiku: Jaja... *pensativa*

Ambos dirigieron su mirada a la ventana por una última vez, aún quedaba luz afuera. Y aunque esa luz no es una señal de algo bueno, sin duda era mucho mejor que el vacío. Siempre hay algo peor que lo anterior.

Sus corazones latian con fuerza. El pánico que generaba el saber que cuando la luz dejara de brillar sería el fin, era enorme. Tenerse a lado en toda esta pesadilla era su ancla, el motivo por el cual ninguno decidió irse antes. De no ser por Haiku, el albino no seguiría esperando más. Hace rato que las preocupaciones habrían acabado. Pero para él, irse junto a su amada dama lúgubre lo valía. Mil veces mejor irse con quien más amas a hacerlo completamente solo. Sin nadie a quien le puedas regalar tu última sonrisa y respiro.

Haiku/Lincoln: *aún con la mirada puesta sobre la ventana, escuchando varios disparos, gritos. Imaginando todo la escena que ocurría allá a lo lejos*

Haiku: *dejando de ver la ventana para ver directamente a los ojos de su esposo* Jamás pensé que me diera gusto escuchar la podredumbre de las personas.

Lincoln: *aun viendo ventana* Ni yo. Da cierta calma. Que estupidez. No quiero seguir imaginando como se ve todo eso. Pero... *viendo a Haiku*

Haiku: *sin apartar la vista*

Lincoln: - tomando la cadera de ella - Ahora lo único que quiero escuchar, es a ti. *mirada pícara*

Haiku: *ruborizada* Amor...

Lincoln: Por favor. Ahora que no importa nada. Quiero que me dejes sordo.

Haiku: *más rojita* Linc...

Lincoln: *apretando gentilmente la cadera de ella* Por favor. *dejando salir varias lágrimas* Mi amor.

Haiku: *ojos cristalinos* Tú tampoco te contengas... *abrazando su cuello*¿De acuerdo?

Lincoln: *viéndola mientras acariciaba con suavidad sus hermosos y pálidos senos* No te preocupes, me asegure de sellar bien todo para que ninguno de esos animales pueda entrar.

Haiku: *rojita* Una preocupación menos... *dejando salir un leve gemido por las excitantes caricias*

Lincoln: *entrando en calor por los buenos sonidos lascivos que generaba su pareja*

Haiku: *empezando a querer más* Lincoln. *tomando la mano de él* No pares... *bajandola*

Lincoln: No lo haré, amor.

......

______________________________________

Esta será la historia más larga, extraña, oscura y subida de tono de todas las que haré. Pido discreción. Hablo en serio.

Lo sé, es una intro corta, pero ya me conocen.

🎧

Obras Ocultas - Disappear

Mi Otra Mitad Lúgubre - Lincoln x HaikuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora