SEGUNDO CAPITULO.- "¡¿Por que escuchas esto?!"

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Todo comenzó un día comun y cualquiera en la mierda de vida que me tocó vivir.

Mi odioso hermano va a irse a una de sus muchas fiestas con los idiotas de sus amigos, creo que me llevo mejor con ellos que con él, la cosa es que, el parece ser muy sobreprotector y no deja nunca, que un tio se acerque, bueno no es como que tenga muchos pretendientes ni nada parecido, es solo que me gustaría que se meta en sus asuntos y me deje de joder, pero no es así, entonces el único remedio es mandarlo a la mierda.

-Adios- me dice Teo sacandome de mi protesta mental, ojala supiera en lo que estoy pensando acerca de que detesto de que sea tan impertinente.

-Chau- logro decir. Estoy leyendo de piernas cruzadas en mi pequeña cama con mi teléfono en mano y unas cuantas uvas blancas en un bol a mi costado

-Diviertete y baila con muchas tias- digo a modo de juego, pero luego el dice otra estupidez como:

-¡Ja! Y tu deja de hablar y acercarte a tantos chicos idiotas como el de esta mañana- ¡aaayyy! precisamente por esto nos llevamos así de mal, es un cabeza dura, tenia que recordarme lo de esta mañana, si solo esta hablando con Jackson: mi mejor amigo hombre, o mejor dicho el único chico que se me acerca y logra hablarme, porque no lee tiene tanto miedo a mi hermano como los demás. Me pongo de pie, lo fulmino con la mirada y giro sobre mis talones para no discutir y arruinarle el resto de la noche.

Ya como a las 2:00am después de leer uno de mis favoritos decido que ya es hora de dormir.

-Laaaraa- la voz de mi madre me despierta de un sueño romántico de lo que podría pasar en una de mis novelas. Pego un brico cuando dice que vamos a ver a mi abuelito. Al cementerio.

Después de poner algunas flores en la tumba de uno de mis pocos seres queridos, mi tía nos invita a cenar en la casa de mi abuelita. Mi hermano casi se duerme en la silla, debe de estar muy cansado después de lo de anoche, me parece que llego a las 4:30am y como a toda mujer irresponsable, se me apaga el teléfono. Esto no puede ser peor.

-Oye ¿me prestas tu móvil para oír música?- le pregunto antes de cenar, con toda la dulzura que puedo, el solo asiente y me lo entrega, paso de mis usuales ensoñaciones al compas de "Coldplay" pero de repente escucho la voz de Eduart, el amigo de mi hermano. Me quedo boquiabierta cuando escucho lo que dice:

-Bro, tu hermana me gusta- dice arrastrando las palabras y entre risas.

Mierda, no acaba de decir eso. No acaba de decir eso. Me repito mentalmente porque eso tal vez me tranquilice, pero no es así. Luego siento unos ásperos dedos en mi oreja, quitándome el auricular, habre los ojos de par en par obviamente sorprendido y con la mirada enfurecida, me grita:

-¡¿Por que escuchas esto?!- dice agitando el auricular por el aire, pero enfuresco y le grito:

-¡¿Por que tienes esto?!- le respondo alterada por lo que acaba de ocurrir, pero antes de que pueda decir algo, mi padre me dice que lleve los platos a la mesa, yo y mi prima hermana Vanessa, ella es la única de mi familia con la que no me aburro, además es linda y es de las pocas que me escuchan.

Cuando ya estamos en la mesa, decido que sería demasiado incomodo hablar con mi hermano,de lo que pasó y eso. Aunque quiero bombardearlo con preguntas para poder saber más de lo que dijo Eduart. Durante la comida nos miramos Teo y yo mutuamente a los ojos y para alijerar el ambiente decido romper el contacto visual, mientras Vanessa habla y habla, pero lo único en lo que pienso es en Eduart y mi odioso hermano, quisiera no haberlo escuchado, Eduart es lindo y todo, pero ahora ya no va a hacer lo mismo, me voy a sentir incómoda cuando venga a mi casa para pasar el rato con mi hermano. Quiero pensar que solo dijo eso porque estaba borracho pero, pero otra, por muy pequeña que sea, quiere que sea verdad lo que ha dicho ese chico con risos negros alto y tan atractivo... No, deja de pensar en eso, deja de pensar en eso, me repito mentalmente. Pero no puedo dejar de pensar en los lindo que son esos ojos color azabache y ese pelo tan risado...

-¿Quieres mas?- me pregunta mi tía refiriendose claramente al postre de chocolate que ni siquiera he provado. Niego con la caneza y levanto la mirada hacia mi hermano y veo que me esta mirando fijamente sumido en sus pensamientos, ¿que estará pensando? pero yo misma me respondo a esa pregunta no formulada y pienso y pienso.

En la noche, cuando llegamos a casa decido ni preguntarle a mi hermano lo de Eduart y caigo en la cuenta de que tal vez me atraiga un poco, pero solo un poco.

-¿Quieres algo de té- me pregunta mi mamá.

-No- respondo cortante una vez mas.

-Buenas noches- digo y me voy a mi habitación.

Sigo leyendo como hasta las 2:30am ,a la mañana siguiente trato de no pensar en él, en Eduat, pero no lo consigo.

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