Invocar a un demonio (por accidente)

Izuku llega a entrenar una vez y nunca más

Se deslizó hasta la cocina y localizó las sobras de arroz y un pollo asado a medio devorar que no tenía el nombre de nadie. Combinó los dos en un plato simple y efectivo: pollo a la parrilla con arroz. Sin embargo, sosa. Lo que sea, Hitoshi probablemente no debería estar comiendo nada intensamente sabroso a las 2 am de todos modos.

Estaba a la mitad de esta comida gourmet cuando escuchó suaves pasos acercándose y miró hacia arriba para ver a Todoroki Shouto quien, al igual que Hitoshi, por alguna razón había elegido no encender ninguna de las luces y escabullirse en su lugar.

"Estás despierto", comentó.

"Tú también". Aunque, mientras lo decía, Hitoshi dudaba de la exactitud de la afirmación. Todoroki ciertamente estaba de pie, pero su cabello desordenado, su postura perezosa y sus ojos entreabiertos decían que estaba más dormido que despierto.

Todoroki asintió vagamente a esta declaración y luego caminó hacia el gabinete, examinando hasta que encontró un tazón de fideos soba instantáneos, en los que vertió agua y los puso en el microondas. Después de eso, se quedó allí y se quedó mirando el microondas hasta que sonó y su soba bien caliente estuvo listo.

Se sentó en la mesa frente a Hitoshi y comenzó a comer, el vapor de los fideos empañando sus rasgos.

Comieron en silencio. Hitoshi realmente apreciaba cómo Todoroki no sentía la necesidad de hablar para llenar el silencio. Hitoshi terminó primero, enjuagó su tazón y se dirigió al sofá.

"Buenas noches", murmuró. Todoroki no respondió.

Hitoshi tardó un rato en quedarse dormido, como de costumbre.

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"Izuku fue convocado", dijo el señor con certeza, de pie en el jardín junto al banco favorito de Izuku, "aquí hay una perturbación en la magia".

Convocado. Tenía sentido, pero no en absoluto.

"El sigilo de invocación del príncipe no debería estar disponible para uso humano", postuló Kurogiri.

"¿Crees que no lo sé, Kurogiri? Podemos preocuparnos por eso cuando encontremos a mi hijo.

"Por supuesto, mi señor."

Pero los vínculos entre el mundo de los demonios y el de los humanos no eran fáciles de rastrear, ni siquiera para alguien tan poderoso. Solo pudieron encontrar el área vaga a la que había sido convocado.

"Japón", se burló el hombre, "qué coincidencia tan interesante".

"¿Crees que fue a propósito?" Si sabían que All for One era un demonio, e incluso lograron convocar a su hijo, podría ser devastador.

El señor agitó su mano con desdén, "Lo dudo. Si alguien supiera de la conexión entre nosotros, estoy seguro de que me lo frotarían en la cara, regodeándose".

Kurogiri se abstuvo de comentar que el señor de los demonios suponía que sus enemigos actuaban de la misma manera que él. No era nuevo, de verdad.

"¿Deberíamos decirle a Tomura?" Dado el apego del niño a su hermano menor, esto podría enviarlo a un alboroto.

"¿Por que no?" preguntó el hombre, incluso mientras una sonrisa maliciosa comenzaba a crecer.

"Porque él-"

"Tomura es un adulto, puede asumir la responsabilidad de sus propias decisiones". Y entonces el bastardo desapareció. Lo que significaba que Kurogiri era el que quedaba con la tarea de decírselo a Tomura.

Excelente.

Lo único que lo hizo sentir mejor fue que el señor probablemente tenía razón cuando insinuó que Izuku, si lo invocaba, probablemente no estaría en una situación particularmente peligrosa. Había muy pocos humanos que pudieran vencer al joven demonio en una pelea, y la posibilidad de que se encontrara y comenzara una pelea con alguien como All Might era bastante baja.