Deku el Hombre Eléctrico

El Retorno

Han pasado diez años... Diez años en los que Izuku entrenó sin cansancio para poder controlar su poder, Ryo le ayudo en lo mas básico, lo cual era el lograr absorber y liberar electricidad a voluntad, lo cual logró, pero de ahí en adelante Izuku se las ingenio solo en su mayor parte, aunque Ryo igual le daría consejo consejo a veces. Una habilidad bastante útil que había logrado desarrollar hace unos años era la de emitir un pulso eléctrico imperceptible para los demás, pero que a el le permitiría usarlo como un sonar que le serviría para encontrar a personas a su alrededor, así como también fuentes de energía para poder recargarse en caso de necesitarlo. Hace un tiempo lo había descubierto ya y debido a esto no le dejaban jugar a las escondidas porque siempre encontraría a los demás niños gracias a esto. Había logrado disparar rayos de potencia variada para usarlo como una manera de cargar diferentes instrumentos eléctricos o para usarlo como un potente relámpago que podría aturdir a alguien o incluso matarlo si usaba el poder suficiente.

También había descubierto que su poder no era solo Electrokinesis si no que también tenia habilidades de electromagnetismo, con las cuales había logrado crear una potente onda de choque que alejaría todo lo que se le pusiera en frente, además de ser capaz de usarlo de manera que pudiera propulsarse con este poder, lo que le permitiría flotar por unos segundos.

Izuku también se había hecho muy buen amigo de la niña que vivía justo al lado, Ochako Uraraka, una jovencita que a lo largo del tiempo se había ganado la amistad, la confianza y también el cariño del chico peliverde. El chico a lo largo de los años se había vuelto un joven lleno de confianza y amabilidad, pero su amiga lo hacia volverse un chico tímido y algo tonto cuando estaba cerca de ella, lo cual no era muy diferente para la chica pues los sentimientos del chico hacia ella eran completamente recíprocos.

Inko, la madre de Izuku, se había convertido en una agente de seguridad nacional experimentada y bastante importante en la misma agencia, tanto que se había vuelto la mano derecha de Ryo, el cual era en realidad el director de la agencia, pero hoy Inko se despediría de Ryo para volver a la ciudad de Musutafu, para que así Izuku pudiera estudiar su ultimo año de secundaria en la ciudad, quería que se volviera a acostumbrar al ritmo de esa ciudad y además lo mas probable es que el volvería allí pues tenia planeado entrar a UA, la academia de héroes mas prestigiosa que había, Izuku estaba feliz porque estaría mas cerca de UA, pero también estaba muy triste ya que debería dejar atrás a su mejor amiga, aunque ella también aplicara a UA, le dolía dejarla y alejarse de ella, pero...

Inko: Ryo-san, me retiro, fue un placer trabajar con usted todos estos años, pero es hora de volver a casa con Izuku.

Ryo: Muy bien Inko, te entiendo, uno siempre debe velar por los hijos...

Inko: Así es, espero que nos volvamos a ver pronto...

Ryo: Oh créeme que lo haremos, ten por seguro que volveré por allá en un tiempo, además no es como si no siguieras trabajando para la agencia, solo es una transferencia y si tu estas ahí, será como si yo mismo estuviera, confío en ti Inko, se que puedes.

Inko: Gracias, Ryo-san.

Ryo: Cuídate, nos estaremos viendo en un tiempo.

Paso un rato y hasta que Inko llego a su apartamento, donde se encontraba Izuku con sus cosas listas, pero también se encontraba cabizbajo debido a tener que dejar a su amiga, Inko solo pudo mirarlo y dedicarle algunas palabras.

Inko: Izuku... ¿Qué sucede?

Izuku: Mamá... ¿En serio es necesario irnos tanto tiempo antes?

Inko: ¿De que hablas Izuku? Solo es un año... Además, luego vas a ir a UA así que vas a pasar un buen tiempo mas, será bueno que te acostumbres desde antes.