Sexomnia • Meanie

05

—¿Qué? ¡Oye, suéltame, idiota! — el cuerpo de MinGyu sobre el de él le impedía totalmente el movimiento. ¡¿Qué mierda le pasa?!

MinGyu no le contestó. Por un momento, WonWoo pensó que estaría bromeando, pero su silencio y su desnudez lograban desechar esa idea. Intentó mirarlo a los ojos, pero su cabello se lo impedía, miraba hacia abajo, no estaba seguro de que, pero comenzaba a sentirse asustado. El menor parecía ¿dormido?

—MinGyu...— le habló moviéndolo un poco de sus brazos, pero no respondió. Siguió en la misma posición, sobre el castaño y con su rostro perdido—. Mierda, MinGyu ya...— de un movimiento demasiado repentino, las manos de WonWoo fueron arrastradas hasta quedar sobre su cabeza, y sus brazos extendidos en su contra. MinGyu se encargó de sujetarle con fuerza, demasiada. Levantó su rostro, hasta dejarlo por fin frente al del castaño. Los ojos de MinGyu estaban oscuros, y su melena se ceñía a su frente.

—Vuelve a decir mi nombre...— la voz del pelinegro era grave. Más ronca de lo que normalmente era—, y te follaré duro y sin compasión— el cuerpo entero del contrario tembló por la amenaza.

¡¿Está hablando enserio?! Mierda, comienzo a preocuparme.

—MinGyu, deja de jugar. Si esto es una broma, quiero decirte que no es graciosa, porque...— una de las piernas de MinGyu se colocó entre las de WonWoo y las separó de golpe, interrumpiéndolo.

—Te lo dije...— musitó.

—¿Qué? Oye no, yo...— una de las manos del pelinegro cubrió la boca del castaño, mientras la otra siguió sujetando debajo. Y ahora sí, WonWoo se asustó. MinGyu escondió su rostro en la curva de su cuello y WonWoo sintió un escalofrío cuando la punta de su cálida lengua recorrió su piel fría. Lo hizo sin ninguna clase de gracia o mentira impregnada en el acto.

Como si WonWoo no fuera su mejor amigo, o como si no fuera simplemente él.

WonWoo intentó liberarse, pero por alguna razón MinGyu era demasiado fuerte. Ahora es cuando odia que MinGyu mida diez centímetros más que él. Comenzó a llamarlo, pero su mano le impedía hablar con claridad.

Joder, ahora estoy asustado.

MinGyu descendió su cabeza, pasando su lengua por su fría piel. Depositó una mordida descuidada en su clavícula que logró erizarlo por completo.

Mierda, allí no.

MinGyu apartó su mano de la boca de WonWoo.

—MinGyu, ya. Quítate...— ordenó el castaño en cuanto quedo liberado. Pero él lo ignoró y colocó su mano libre sobre el lugar menos apropiado—. No... — MinGyu comenzó a masajearlo, pasando la palma de su mano con movimientos circulares—. No toques... Allí— WonWoo suspiró con voz baja. Su gran mano siguió acariciando, cambiando ahora su trayectoria y haciéndolo de arriba a abajo. Mierda... Se siente bien... —. MinGyu, no... Ya-ya deja... — rogó WonWoo con voz temblorosa. La mano entera de MinGyu se cerró sobre la nueva erección ajena por sobre su ropa—. ¡MinGyu! — WonWoo jadeó, preguntándose mentalmente como es que su mejor amigo lo hacía tan bien—. Min... MinGyu, ya, esto no...

El pelinegro alzó su mano y la metió dentro de los pantalones de pijama y el bóxer del castaño. Toda su mano sujetó su pene erecto, amoldándolo en su palma caliente. El castaño inconscientemente gimió por su tacto.

Oh Dios no. Esto no es correcto. Fue lo que pensó WonWoo.

—Sí te gusta...— las roncas palabras del más alto sacudieron los sentidos del castaño por completo. El pelinegro comenzó a bajar y subir su mano a lo largo del miembro contrario. El castaño cerró sus ojos. Los brazos del mayor sujetados hacia arriba por el menor estaban casi entumecidos. Pero el placer que comenzaba a sentir WonWoo hacía que se empezara a olvidar de este detalle—. Te gusta mucho— MinGyu empezó a besar por debajo de su oreja y soltó un suspiro cerca de esta misma. WonWoo sintió como uno de los dedos de su amigo dibujaba el contorno de su punta húmeda. Su cuerpo entero se estremeció.