Sailor Scouts salvadas por la campana

Tu y so...solos

Serena sonrió alegremente al enterarse de aquello. Darien estaría a solo unos metros de ella, podría verlo diario al despertarse, como una pareja de casados, aunque en habitaciones diferentes.

Esperaba con ansia conocer el lugar en el que conviviría con él ese año de universidad.

Andrew, adivinando sus pensamientos, las llevó inmediatamente al edificio donde estaban los dormitorios.

No estaban muy lejos de las oficinas, pero parecía que fuera un área completamente diferente, como si hubieran viajado a otra ciudad.

Alrededor de una pequeña explanada, se levantaban tres edificios medianos, con letras gigantescas en los extremos que facilitaban a los alumnos encontrar el edificio al que pertenecían.

Afortunadamente, las chicas habían sido asignadas todas al mismo edificio, solo que en pisos diferentes. Mina y Ami estaban un piso debajo de las demás.

Las dejaron para que conocieran su habitación, mientras Lita, Rei y Serena subían a conocer la suya.

Llegaron a un pasillo largo, con alrededor de diez puertas. La que marcaba el numero 710 estaba al final.

Cuando entraron, una pequeña salita los recibió, había un sillón largo frente a un televisor y por un lado un pequeño sofá individual junto a un librero con unos cuantos libros y adornos que dejaban ver el estilo de los chicos.

Por detrás de la sala, y justo al extremo derecho de la entrada había una cocina diminuta, aunque con todo lo necesario y una pequeña barra con bancos para sentarse a desayunar. Lita se la pasaría a lo grande ahí.

Las puertas de los dormitorios estaban una a cada extremo de la sala, la de las mujeres a la izquierda y la de los hombres a la derecha.

Cuando las chicas entraron a su habitación, se encontraron con un lugar pequeño pero todo estaba perfectamente acomodado. Justo frente a la entrada estaba la única ventana que dejaba entrar la luz del exterior. Debajo de esta, un escritorio dividía una cama individual de una litera. Los otros dos escritorios estaban al otro extremo de la entrada y justo a un lado estaba la puerta que daba al baño exclusivo de las chicas.

Las chicas se acomodaron inmediatamente. Lita tomó la parte superior de la litera, Serena la de abajo y Rei en la cama individual.

Después de rato los chicos entraron también con todas las maletas.

-¿Que tal? ¿Les gusta? - preguntó Adrien.

-¡Es hermosa! - dijo Lita con una sonrisa.

-¿Quieren que les ayudemos a acomodar sus cosas? - preguntó con una sonrisa.

-¿Que? ¡Claro que no! ¡Son cosas de chicas! - reprochó Rei corriendo a los chicos por fin de la habitación.

-Bien, prepararemos algunos bocadillos para cuando terminen - les contestó el castaño.

Después de unos minutos Mina y Ami se reunieron con ellas contándoles todas las maravillas de su habitación, en especial Mina, que ya había conocido a sus compañeros y hablaba de lo guapos que eran.

Pronto el atardecer se asomó por las ventanas, y después de terminar la mudanza, se sentaron todos a la sala a conversar sobre temas banales.

Darién por su parte, aprovechó una oportunidad para tomar el hombro de Serena y susurrarle al odio.

-Salgamos de aquí -

La chica no pudo hacer más que sonrojarse.

Podrían haber pasado desapercibidos, pero aquellas chicas, que habían sido las más poderosas guerreras hace tiempo, parecían haber ganado habilidades especiales incluso sin tener que transformarse.

-¿A donde van? ¿A una cita nocturna? - les preguntó Mina cuando los vió tomar sus abrigos y dirigirse a la salida.

-Era de esperarse, no se han visto como en 1 año - especificó Lita

-Adiós enamorados, diviértanse mucho - rió Andrew con una mirada coqueta.

Serena y Darien solo sonrieron nerviosos y salieron de la habitación. Ya fuera, sonrieron aliviados de que todo saliera relativamente bien.

-Vamos, no tenemos mucho tiempo - le dijo Darien y la tomó de la mano.

Cuando estuvieron afuera, Darien la dirigió al estacionamiento, donde tenía su auto.

La llevo a un lugar alto, desde donde podían ver la ciudad de noche. Era un lugar hermoso.

Serena bajó del auto para tener una mejor vista. La altura del lugar ocasionaba que el lugar fuera bastante frio, pero Darien la alcanzó segundos después poniéndole el abrigo encima.

-¿Te gusta?- le preguntó

-Es hermosa - contestó Serena con una sonrisa en los labios.

-Quería mostrártela desde hace mucho, no esperaba que realmente pudiera traerte aquí algún día - dijo él, abrazándola por detrás.

-Ahora estamos otra vez juntos ¿No es genial? Aunque solo por un año. - La expresión de Serena se entristeció al recordar que Darien se graduaría al año siguiente. Pero como siempre su positividad ganaba -¡Pero no importa! ¡Por lo menos pasaremos un año juntos, como una pareja de casados!

Darien sonrió y la besó.

-Ah, tanto que esperé para que pudiéramos ver la ciudad juntos y justo ahora no tengo tantas ganas de verla. - dijo el en un suspiro.

-¿Y de que tienes ganas? - preguntó Serena.

-De ti.