El chico misterioso

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Advertencia: Este fic va a tener escenas subidas de tono, si no te gusta este tipo de contenido, no lo leas por favor, gracias. 


A diferencia del clima afuera, el auto parecía bastante cálido. No era porque en ese momento Darien la estuviera besando con tanta pasión ni nada parecido. Bueno, en realidad si resultaba que los húmedos labios de su novio tocando los suyos empezaban a subirle la temperatura.

Tenían más de un año sin verse, peor, sin tocarse en lo más mínimo y ambos habían aguantado tanto que ahora estaban dejando descargar todo aquello que habían reprimido.

Se habían ido a la parte trasera del auto. En realidad, no era el lugar más romántico, pero en el departamento había demasiada gente como para tener un momento a solas, y el toque de queda del reglamento de la universidad no les podía permitir quedarse en alguna habitación de hotel. Serena no podía romper las reglas en su primer día.

Pronto los labios de Darien pasaban de su boca a otros lugares, lugares que hacían a Serena agitarse con cada contacto.

Sintió que los labios de su novio se curvaban en una orgullosa sonrisa, tenía tanto sin tocarla, sin sentir su suave y cálida piel, tenía tanto sin sentir a su novio, adentrarse en ella como solía hacer cuando estaba en Japón. 

Si embargo el auto no era el lugar más cómodo del mundo.

Serena lo apartó por un momento.

-Será algo incomodo hacerlo aqui - dijo ella sorprendiendo al chico.

Mucho antes, en aquellos ayeres en su ciudad, ella habría saltado a sus brazos con apenas el mínimo contacto, sin importa que estuvieran en el lugar más reducido del mundo.

Darien sonrió.  Definitivamente su cabeza de cholito había madurado mucho.

Tanto que el apenas se había dado cuenta. Había pasado un año sin verla, se comunicaban de vez en cuando por teléfono, y antes de eso, el no podía regresar a Japón tan frecuentemente como quisiera y encontrarse con ella. En dos años que había pasado en América, apenas había podido ir a verla una vez.

El chico refunfuñó.

-Lo siento - le dijo.

-No es tu culpa - le contestó ella sonriendo. - Ya encontraremos otra forma.

Siguió besándola, pero esta vez menos fogosamente. 

Pronto la temperatura del auto regresó a la normalidad, y los ruidos del exterior los hicieron regresar a la realidad.

-Te extrañé tanto - dijo el - y ahora resulta que no podré tocarte, ni tenerte desnuda en mis brazos.

Serena soltó una pequeña risilla.

- Podrás, en algún momento.

La chica besó a su novio en la frente y el recargó su cabeza sobre el pecho de ella, resignado.

-Deberíamos regresar, el toque de queda será pronto. - le dijo ella.

Empezaba a odiar aquellas estúpidas reglas de la facultad. Las había respetado al pie de la letra por 2 años y ahora más que nada tenía ganas de romperlas y llevarse a su novia a un hotel lujoso y hacerle el amor toda la noche.

Regresaron a los asientos delanteros y llegaron al edificio una media hora antes de que las puertas se cerraran. 

-Ya llegaron los tortolitos - exclamó Andrew cuando los vio entrar por la puerta.

-Y parece que lo pasaron muy bien. - dijo Rei, apoyada en el respaldo del sofá dedicándoles una pícara sonrisa.

-¡Rei! - exclamó Serena.

-Llegan justo a tiempo para la cena. - exclamó Lita desde un rincón de la cocina.

-¿Cena? - preguntó Serena.

-Lita y Andrew se la han pasado toda la tarde en la cocina. - especificó Rei. 

Ami y Mina ya habían regresado a sus habitaciones, no podían permanecer fuera de ellas después de la hora establecida por el reglamento, así que solo les quedaba cenar a las tres chicas sin la compañía de las otras dos.

Se sentaron todos en la pequeña mesa del comedor, cenaron y conversaron por más de una hora.

Cuando terminaron, Serena y Darien ayudaron a limpiar, y cuando se dieron cuenta, todos se habían ido a sus habitaciones, dejándolos completamente solos.

-¿Estas nerviosa?  - le preguntó - ¿por tu primer día?

-Te mentiría si te dijera que no.  contestó ella con expresión preocupada.

Darien vió la expresión de su rostro y aprovecho que el salón estaba vacío para abrazarla con fuerza.

-Todo estará bien, conquistarás a todos con esa alegría tan tuya.

-De acuerdo, pero no creo que sea bueno conquistar a todos. - dijo ella soltando una risilla.

Darien la soltó y vio la expresión picante en su novia.

-Tienes razón, solo trata de no conquistar chicos patanes de por ahí.

Ambos rieron. Y entonces le dió un tierno beso a su novia en los labios.

-Estaré aquí para apoyarte. 

Serena sonrió.

Cuando terminaron, -Darien "la acompañó" a la puerta de la habitación y la volvió a besar tiernamente.

-Buenas noches, bombón, te veré en la mañana.

La chica sonrió y entró al cuarto acompañando a sus amigas.

Aunque debían estar descansadas para su primer día la mañana siguiente, en realidad, ninguna de ellas podía dormir debido al nerviosismo. En vez de eso aprovecharon para charlar, sobre futuros planes, sobre sus carreras y sus sueños.

Cuando se dieron cuenta era ya la una de la madrugada.

-Realmente no puedo dormir - dijo Rei levantándose - ¿quieren un té? Tal vez pueda relajarnos y hacernos descansar.

-Suena bien - contestó Lita. -¿Te ayudo a prepararlo?

-No te preocupes, no quiero hacer mucho ruido, los chicos ya deben estar dormidos, regreso enseguida.

Rei salió de la habitación dejando a Lita y Serena hablando un poco más.

Pasaron 5 segundos después de que la chica se había ido cuando la escucharon gritar horrorizada.

Todos salieron al escuchar la sonora llamada de auxilio. Incluso los chicos, esperando defender a Rei de lo que fuera que había encontrado.

Sin embargo, no era un monstruo, un bicho o un roedor, cosas de las que comúnmente se asustan las chicas.

Sino un joven.

Justo en medio de la sala, con chamarra de cuero y una expresión de malos amigos.


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Sailor Scouts salvadas por la campanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora