Capítulo XIX

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YANNICK

Los funerales jamás han sido cosa mía, a pesar de presenciar muertes tanto en el trabajo como en mi vida externa, nunca he sido de los tipos que les agrada ponerse el traje para enterrar un cuerpo que será consumido por los gusanos, por lo que estar en este lugar me está poniendo de nervios.

-Joder ya deja la comida- reprendo a Ryan que se ha metido otro dedo de queso a la boca- Le dices dinosaurio a mi mujer y tú eres peor que eso.

- ¡Oye! - me mira molesto- ¡No es necesario que seas tan grosero!

Giro los ojos y me concentro en la gente que hay a nuestro alrededor. Blake y mi madre se perdieron hace un buen tiempo, un poco después de que Eider desapareciera con la abuela de John.
Sé que esto aún es algo que sigue afectando el corazón de Eider, pero la noto muchísimo más tranquila que antes de ver el ataúd, y aunque ella no noto cosas en el cadáver que yo sí, no es algo que le diré abiertamente porque sé que solo la destrozaría más.

-Hubo forcejeo y marcas de asfixia- hablo hacia mi hermano- No solo le volaron los sesos, hubo algo de trasfondo antes de llegar a eso.

- Pero ¿qué dices? -deja su plato de comida- ¿Cómo llegaste a esa conclusión?

-Los parpados, la posición de la cabeza, y finalmente las pequeñas marcas visibles en los costados del cuello.

-No estudiaste 7 años de medicina en vano ¿eh? - se limpia las comisuras de los labios- ¿Tienes alguna sospecha de quien pudo haberlo hecho?

-No.

Mentira. Claro que he tenido mi propia idea acerca de quién pudo haber sido, pero en el fondo no quiero creer que todas las pistas lleguen a esa persona, no quiero tener otra lucha de esas en mi familia, y mucho menos con ella, con mi madre.

-No me mientas Nick, bien sabes que eso no funciona conmigo.

Sé que mi hermano podrá actuar como un inmaduro, pero también sé que no es idiota y sea lo que sea que yo me traiga en manos él va a descubrirlo.

-Claro que tienes personas en la lista ¿no?

-No sé porque crees que lo sé. John jamás nos importó, no entiendo porque de repente queremos empatizar con él justamente cuando ya está muerto.

Él se ríe y me rodea con su brazo por los hombros:

-No lo haces por él cabrón, lo haces por Eider, cada movimiento que has hecho desde que llego ha sido solo por ella.

Aprieto los dientes. Sé que tiene razón y que si tengo esas enormes ganas de descubrir la verdad es solo para calmar esa mente que yo mismo he oxidado.
Antes de que cualquiera de los dos pueda decir algo, veo a Blake y a Eider caminar juntas, tomadas de la mano como si fueran mejores amigas.

- ¿Y ahora que carajos les sucede a esas dos?

-No tengo ni la menor idea.

Ellas se acercan a mí y Blake me extiende un ajedrez de piedra, bastante bonito para ser honesto.

- ¿Es lindo no? - dice Eider- Recordé que de niños ambos jugábamos con él.

Sonrió y asiento.

Últimamente he notado que los recuerdos de Eider se han hecho más vividos y presentes, como si no se le dificultara recordar las cosas, en cierto modo me alegra que así sea, pero por el otro me causa temor que recuerde el inicio de toda esta mierda y solo le genere otra grieta en su roto corazón.

- ¿Y mamá? - pregunta Ryan.

Ambas mujeres delante de nosotros se miran cómplices.

-La perdimos de vista.

Mi propia decisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora