♡ 07 ♡

850 146 29
                                    

TaeHyun se encuentra ansioso mientras la mesera le sirve otro vaso con refresco de chicle, siendo este el cuarto que bebe en la noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

TaeHyun se encuentra ansioso mientras la mesera le sirve otro vaso con refresco de chicle, siendo este el cuarto que bebe en la noche.

Está en un lindo restaurante casual de comida japonesa cerca del centro comercial. Eligió ese lugar para la cita con BeomGyu porque, un día sin quererlo, escuchó del propio pelirrojo fuera de su salón que ese es su tipo de comida favorita, así que quiere complacerlo en ese sentido.

Sin embargo, no está muy seguro de que vaya a lograrlo.

Lleva sentado en el lugar poco más de media hora, estando sólo y tan silencioso al punto de llamar la atención de los demás clientes, siendo claro que espera a alguien por la mueca en su rostro y el constante desviar de sus ojos hasta la entrada. En realidad no quedó nada formal con BeomGyu, pero TaeHyun en serio espera que el mayor haya aceptado salir —por fin— con él después de tantas semanas de estar —básicamente— intentando cortejarlo.

Pero, tras pasada una hora de la acordada que puso en la carta entre las flores, comienza a creer que todos sus intentos fueron en vano.

No sabe si está haciendo algo mal, si deba cambiar su modo de hacerle saber a BeomGyu cuánto lo quiere genuinamente o si hay algo específico que deba hacer, pero hasta ahora nada ha dado frutos: BeomGyu sigue ignorándolo.

Hasta ahora, con todo lo sucedido... ha llegado a pensar que él es el problema.

Por primera vez, desde que se lo propuso a sí mismo, se siente realmente desanimado con la situación. Y, mientras ve que por la puerta del restaurante no ve ninguna cabellera rojiza y ojos que lo vuelven loco, ese sentimiento sólo crece hasta abrumarlo.

Haciéndolo, finalmente, tomar una decisión.

—Señorita —llama a la mesera que ha estado atendiéndolo, llegando a su lado en cuestión de segundos—. ¿Podría traerme la cuenta, por favor?

—Claro que sí, joven, en un momento se la entrego.

Minutos después, habiendo pagado por lo poco que consumió, se encuentra caminando a su hogar, con el corazón apagado y siendo notable la tristeza en sus ojos llorosos.

Minutos después, habiendo pagado por lo poco que consumió, se encuentra caminando a su hogar, con el corazón apagado y siendo notable la tristeza en sus ojos llorosos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

BeomGyu se encuentra en un cómodo sofá recostado, recién habiendo tomado una ducha después de un largo —y aburrido— día. Lo único que destaca, al igual que en su habitación de tonalidades prácticamente oscuras, son aquellas hermosas gardenias blancas que ha colocado en un florero con agua para que no se marchiten pronto.

No ha dejado de pensar en TaeHyun desde el día anterior que recibió el bello —y acertado— obsequio. Aunque jamás lo admitiría, siempre ha querido recibir algo por el estilo y está feliz por ello, más de lo que alguna vez imaginó. Tanto, que ni siquiera se detuvo a pensar en cómo TaeHyun se había enterado que esas son sus favoritas, pero poco le importa.

Es sábado, por lo que no pudo ver al menor en todo el día, así que la imagen mental del chico de cabellos grisáceos sonriendo no ha abandonado su mente para nada, y con cada día que pasa deja de buscarle alguna explicación a todo lo que piensa y siente.

Ve la flores con suma adoración, con tanto cariño que ni siquiera se percata de ello hasta que la alarma de que sus fideos instantáneos están listos suena en la cocina.

Va por ellos y regresa a su habitación para cenar tranquilo, pero en un movimiento extraño que hace al entrar, ve un papel blanco oculto entre las hojitas de las flores.

Cuando lo examina a primera vista, se percata de que es una especie de carta. Seguramente TaeHyun la dejó ahí y ni siquiera la vio, así que decide abrirla. Pero, la felicidad que sentía hace unos minutos se desvanece cuando lee cada palabra y siente derrumbarse al ver la fecha y la hora dada para algo que quería hacer el menor con él: tener una cita... siendo casi media noche.

«Mierda»

«Mierda»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Conquistando a BeomGyu ~ ᵗᵃᵉᵍʸᵘDonde viven las historias. Descúbrelo ahora