capítulo 2

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Odio y amor, dos palabras totalmente diferentes, ambas usadas para darle un gran significado al sentimiento cautivo por las paredes de la mente, es culpa suya que reprimamos las emociones ya que nos evita soltar todo. En fin, podría decir que estaba teniendo una especie de lucha conmigo misma; no sabia la definición de aquel sentimiento que me consumía día tras día. Podría decir que sentía amor ya que era lo único en lo que pensaba, mi corazón se aceleraba y mis manos se mojaban, pero también existía algo de odio ya que me mataba la idea de imaginarlo con otra chica, a veces solo quería olvidar su existencia, pero estaba en todas partes, ¿Cómo puedes deshacerte del amor que te hace sentir una persona?

-Victoria..... ammm... ¿estas ahí?... -
Negué con la cabeza para salir de mis pensamientos era inevitable no pensar en el deseo de que supiera de mi existencia, es tonto lo sé, pero soy de su edad y a demás no me considero una chica fea.

-Lo..lo siento- trate de decir  casi en susurro ya que esta clase era muy importante,  aunque mi mente no lo pensase, ya que a la más mínima señal deambulaba por otro universo creando historias falsas en mi cabeza.

-No me digas, pensabas en él, ¿cierto?-
Reí negando, esta chica me conoce mejor que mi madre y bueno a veces no la considero mi amiga, sino sólo cómo mi compañera de clase.

-No él no- trate de inventar una excusa y la única buena que tenia estaba a mi lado así que toque con la punta de mi zapato la pierna de Alice, era una especie de clave entre nosotras para no ser evidentes.

-No me lo niegues es él, tu dulce y amado chico coreano - Soltó una leve risita que se colo por todo el salón a o que la maestra giro muy molesta para buscar al responsable,  pero era super fácil evadir sus miradas.

-De hecho, deje eso por la paz-
Dije al ver que la maestra se giraba al pizarrón para seguir escribiendo. -Tengo a alguien más en mi mente- Reí guiñando mi cabeza un poco hacia mi derecha indicando a Alex.

-No te creo, aunque bueno han estado actuando muy extraño y esas miradas que se dan, puede ser, pero nooo. Me niego es muy repentino, dudo que ese chico al que apenas conoces te haya borrado de la mente a tu eterno enamorado- Me miraba retadora, esta mirada era la única que me obligaba a decir la verdad por más cruel que fuera.

-Esta bien tu ganas, mi trabajo, bueno en cuanto la maestra dijo que eligieramos a un artista, pensé en el- Me cruce de brazos un poco frustrada; ella sabía todo de mi, ni siquiera yo podía engañarme a mi misma pues ella me desmentía siempre.

-No te preocupes estaré siempre para no dejarte cometer un error, se que algo más existe entre ustedes dos, pero se que tu amor platónico es más fuerte, aunque no lo sé, mira a Alex- Un segundo parece que la enamorada aquí es ella, ¿porque? Dijo que era su cuñado y ¿porque carajos me molesta tanto esto?

-Debiste ver tu cara, te lo dije él también hace que tu corazón palpita, pero vamos, cómo así lo acabas de conocer-
Antes de que siguiera el timbre de salida sonó inundando toda la escuela de alegría.

-Eso es lo que me preocupa, pasa exactamente lo mismo con Jayden- la mire nerviosa y frustrada.

-Nooo... nooo y nooo, es diferente porque Alex es real y está frente a ti y bueno tu amor,  ammm... estos lejos , es real pero en tu mente- antes de que pudiera decir algo su voz me hizo callar y girar inmediatamente, ¿espera que? Tú ignoras a todo el mundo y el no debe ser la excepción.

-¿De que tanto hablan chicas?- se veía confundido y es cierto, el resto de las calles estuve seria y en esta última no podía callarme y todo por Jayden.

-Es sobre el trabajo, pero cambiando de tema hace mucho que no sabia de ti, bueno desde que ... tu sabes termine con tu hermano- Adoraba a Alice, siempre tenia una buena forma de salvarme el pellejo.

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