capítulo 6

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El tararear de aquella dulce y familiar voz me hizo despertar, estaba confundida recién había cerrado mis ojos y ya era otro día ¿Cómo pudo pasar el tiempo tan rápido? Lo difícil de creer era que mamá no me había despertado como solía hacerlo cada mañana ¿y quien rayos estaba cantando? ¿Será? Por un momento sentí como mi cuerpo colapso haciéndome caer de la cama, aunque eso no era lo que me preocupaba sino que probablemente alguien había entrado a la casa y quizá mi madre estaba en peligro al igual que yo.
¿Qué se supone que yo haga?
Suspire pesadamente tomando la perilla de la puerta no voy a negar que este acto me tenía nerviosa, lo digo porque sentía como temblaba la puerta y eso era gracias a mi agarre.

-¿Puedo pasar? -
Escuche una dulce voz tras la puerta y juro que era su voz, yo lo sabía, si algo conocía perfectamente bien de él era su dulce y armónica voz.

-¿Amm, quien eres?-
Fue la respuesta más rápida que se me ocurrió, aún cuando sabía que era él debía serciorarme de no equivocarme

-Soy yo, pensé que lo sabias, anda abre la puerta que tan mal puedes estar, se que caíste de la cama, solo quiero saber si estas bien-
¿Qué estaba pasando?, seguramente era un sueño, uno de los tantos que tengo cada que duermo pensando en él.

-Estoy bien, pero no abriré la puerta me veo horrible- escuche su risa colarse tras la puerta, era idéntica a como lo había imaginado

-No eres horrible, solo abre por favor-
No podía negarme a algo que él me pidiera así que lo hice abrí la puerta aún cuando sabía lo mal que me veía, mi cabello estaba hecho un desastre y tenía saliva pegada en mis mejillas.

-Te dije que no te veías mal- sentí su aliento tan cerca que quemaba mi cuello, el deposito un beso pequeño en mi frente y después en mis labios.
-Estas lista, es tarde para ir a la escuela, solo viene a despertarte igual que siempre-
Estaba completamente petrificada, Jayden había besado mis labios, y mi cuello, ¿seria inapropiado decirle que sus acto hizo mojar mis bragas?

-Yo... sii... en un momento bajo- por dios Victor que te sucede, no puedes ni entablar una conversación con él ¿y como se supone que vas a decirle todo lo que sientes?

- De acuerdo no tardes, te espero abajo- me regalo una cálida y tierna sonrisa llena de amor.

-¿abajo?- a que se refería con eso, como el iba a llevarme a la escuela, en verdad estaba confundida y no tenía idea de como había localizado donde vivo, pero ni le dije nada tan amoroso para que me besara.

-Si en mi auto, anda no te demores-
Si, esto era extremadamente raro, pero no me negaría a subir a su auto, por dios es lo que siempre soñé, aunque no se como paso tan rápido.

-Si ya bajo- tenia que aprovechar la oportunidad única, así que le devolvió el gesto y bese sus cálidos labios. No podía ser un sueño porque sentía como nuestras respiraciones se mezclaban y mi corazón latía tan rápido, esa sensación que recorría todo mi cuerpo no lo había sentido antes. Era un choque de electricidad que viajaba por toda la casa dándole luz al vecindario. No quería que esto terminará, aunque podía repetirlo una y otra vez, a él no le incomodaba en lo absoluto.

-¡Victoria!, ¡Victora!-
Sentí como mi cuerpo colapso, era como caerse hacia un precipicio, ¿que estaba pasando? ¿y donde estaba él?

-Cariño despierta, te esperan abajo-
Era la voz de mi madre y obviamente todo lo sucedido había sido uno más de mis sueños, claro me parecía tan perfecto para ser real, pero un segundo mi madre dijo que: ¿alguien me espera?
¿Será Alice?

-Dile a Alice que bajo en 10-
Mis ojos se sentían tan pesado que me costaba abrirlos, parece que alguien me hizo una broma y los pego con cilicona

-No es Alice cariño, pero ahora le digo que bajas- Sentí mi cuerpo helado, habría una pequeña posibilidad de que mis sueños lo trajeran realmente hasta aquí.

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