[Capítulo 1]

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Ya está aquí, ya llegó , la patrulla can...
Ay no, así no era...

En fin, aquí tenéis el primer capítulo de Loyalty, así que...

Disfruten tanto como yo haciendo esto.
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POV T/N

La discoteca con la música rompiéndote los tímpanos, la gente bebiendo más de lo que su cuerpo podía aguantar, metiéndose todo tipo de sustancias y dándose todo el lote en las esquinas.

Ahí estaba yo, entre toda esa gente, apoyada en la barra con una copa en la mano, intentando localizar a mi objetivo.
Iba despampanante, un vestido negro pegado, tacones de aguja y maquillada hasta las cejas para que no me reconocieran después de esto.

Según mi jefe, el hombre era alto, pelo teñido de morado y ojos verdes, así que sería fácil de localizar.

Mi mirada se deslizaba entre toda la gente, sin ser demasiado exagerada. Miraba por cada hueco que creaba la gente en la discoteca, con la esperanza de encontrarlo rápido.

Por suerte, no tardé mucho en verle. Estaba sentado en las mesas VIP, rodeado de mujerones y bebiendo como un perro en el desierto.

Dejé mi copa sobre la mesa y llamé la atención del hombre de la barra - ¿Cuánto le debo? - le puse una coqueta sonrisa.

Me miró de arriba a abajo y se le contagió mi sonrisa - Sería una falta de educación cobrarle a una chica tan guapa -

Que rápido caen... En fin, copita gratis.

-Muchísimas gracias - mantuve mi sonrisa.

Al quedarme de espaldas al chico de la barra, eliminé mi falsa sonrisa y comencé realmente con la misión.
Caminé entre la gente sin pararme ni un solo segundo, ignorando a todos los hombres que me pedían bailar hasta llegar a su mesa.

Y empezamos de nuevo...

Al llegar a su mesa una de sus bailarinas comenzó a bailar para mí, pasandome las manos por los hombros.

La miré directamente a los ojos, pícara - Bailas bien nena- le guiñé el ojo y le dí un fajo de billetes disimuladamente.

El objetivo se percató de mi presencia, cambiando su postura a una mucho más masculina y quitándose las gafas de sol.

Menudo imbécil, ¿llevar gafas de sol en una discoteca? Que patético.

El chico pelimorado me sonrió-Hola preciosa - me miró de arriba a abajo con descaro -¿Qué pasa? ¿Quieres unirte? -

Algún día mataré al viejo por mandarme a hacer estas cosas.

Lo miré de arriba a abajo, fingiendo que tenía algún tipo de interés en un hombre como él - Me encantaría -

Me hizo un hueco en la mesa - Adelante, sientate -

Que te lo has creído tú

-Verás es que... - me puse a jugar con mis manos, coqueta - Me apetece ya sabes, bailar un rato - le señalé la pista de baile.

El chico se mordió el labio disimuladamente - Tus deseos son órdenes preciosa -

Idiota, si supieras que voy a robarte el USB con toda la información de tu mafia que llevas en los bolsillos, no tendrías tantas ganas de bailar conmigo.

El chico me pasó el brazo por el hombro y caminamos juntos hasta la pista de baile.

Una vez allí, pasé por la parte más difícil de mi misión. Y no, no era robarle el USB, eso estaba tirado, lo difícil era no reírme de el chico. Parecía una lagartija a la que le estaba dando un microinfarto bailando.

Loyalty | Suguru Geto × T/N | +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora