Izuku Midoriya: The Warden

Capitulo 1 - Primeros pasos

Despues de un largo y pésimo día fue recibido por su querida madre la cual estaba sumamente preocupada debido a la tardanza de su hijo.

—I-izuku ¿Dónde estuviste? ¿Estas bien? ¿Te paso algo? -Decía con notoria preocupación en su voz mientras sacudía frenéticamente de los hombros a su hijo-

—M-Mama estoy bien... p-perdóname por preocuparte, perdí la noción del tiempo. -Decía con pesar y culpabilidad al ver la preocupación de su madre-

Inko Midoriya y Hisashi Midoriya, las personas mas importantes en la vida de Izuku Midoriya.

sus padres

Su madre siempre estuvo con el, protegiéndole y criándolo, dándole el afecto que todo niño necesita

su padre a pesar de que no tuvo la oportunidad de convivir mucho con el le quería mucho, el hecho de que el fuese la primera persona en creer en el para que sea un héroe era algo invaluable para Izuku. Gracias a su padre el tuvo esperanza y la fuerza para seguir su sueño. A pesar de todo lo mencionado tenía un poco de resentimiento hacia el a causa de su ausencia durante la gran mayoría de su vida.

—B-Bueno ya es bastante tarde, te traeré la cena ¡¡Debes estar hambriento!! -Dijo con su característico tono afectivo-

—¿Que preparaste mama? -cuestiono con intriga-

—Katsudon, ¡¡tu favorito!! -dijo mientras esbozaba una sonrisa-

—¡¡Eres la mejor!! -dijo con alegremente-

Ante lo dicho Inko Midoriya solo pudo inflar el pecho de orgullo, realmente ella le alegraba el poder consentir a su hijo con su platillo favorito.
Después de una agradable y deliciosa cena el peliverde fue a dormir, afortunadamente el día siguiente era sábado por lo tanto no tendría que ir a la escuela y verse de nuevo con bakugo.

A la mañana siguiente el peliverde fue despertado a causa de un notorio dolor en todo su cuerpo. Su mente no era capaz de sacar de su cabeza aquella visión y sueños.
Todo había dejado de ser una simple coincidencia o un mero delirio infantil, y aún tomando en cuenta lo sucedido el día anterior con el villano de fango.
Eran aproximadamente las 7 de la mañana, los primeros rayos de sol empezaban a iluminar la ciudad de Musutafu

—y... ¿Si yo tengo un quirk?
-se cuestiono el peliverde en un titubeó-

Estando en la cocina, el peliverde se encontraba preparando una tasa de café.

—¿O más bien si yo tuviera uno?
-replanteo la pregunta-
—je... creo que poco importa...después de todo "No puedes ser un héroe" -dijo recordando con amargura las palabras de su ídolo- mientras lágrima traicionera salió del ojo izquierdo del peliverde -tal vez debí de terminarlo todo arriba de ese edificio...
No, aunque probablemente es lo que más desease no podría. -dijo recordando a sus padres- las únicas personas importantes en la vida del peliverde. —Mis aspiraciones terminarán siendo nada más que "anhelos" irreales. -se dijo a su mismo con amargura-
De un momento a otro las emociones del peliverde empezaron a burbujear.

Todo la amargura, tristeza, impotencia, culpabilidad y odió que moraba en la mente y corazón del peliverde se había almacenado por años.

[Un error que pagaría muy caro en el futuro]

Después de unos minutos en completo silencio consiguió calmar su sentir. el silbido de la tetera la cual indicaba el hervor del agua saco de su trance al peliverde. Ya encontrándose listo se dispuso a servir el agua en la taza.
En un descuido la taza resbaló de la mano del pecoso y en un fugaz reflejo intento tomarla en el aire, ciertamente tuvo éxito, pero...