contrato

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—Por favor Minho deja de fingir y ven a sentarte, tenemos que ver lo del contrato. — Sostuvo su sien con los dedos, su hijo podía actuar como idiota a veces y sin hablar de las feromonas liberadas anteriormente, cuales, casi le hacían vomitar por lo tan fuertes que estaban.

—Perdón...— Murmuró, recobró su postura y se sentó al lado de su padre algo nervioso, intentando ver el rostro del omega sin verse hambriento.

—Nuevamente, soy Hwang Hyunjin tengo 20 años y vengo por parte del Club Monroise de Omegas, traigo mis expediente médico donde vienen estudios recientes confirmando que estoy cien porciento limpio, en cualquier sentido. — Sonrió estirando el sobre tamaño oficio depositándolo en la mesa, siendo tomado enseguida por el señor Lee.

Minho correspondió su sonrisa en respuesta de agrado y comodidad.

—También viene dentro el contrato que se debe firmar... por si se deciden en aceptarme como su trabajador. — Agregó.

El señor Lee al terminar de leer todo el expediente del omega, llevándose al menos unos 10 minutos durante los cuales no se percató de las miraditas que Minho y Hyunjin se lanzaban, pudo determinar que, no, el chico aquí presente no padecía de ninguna enfermedad tanto de transmisión sexual como interna o externa físicamente.

—Así es, muy bien, todo está en excelente estado. Me agrada tenerte aquí para serte sincero Hyunjin y si te solicité primeramente fue por tu belleza que por lo visto le encantó a mi hijo desde que te vió saludarlo, también la amabilidad y confianza que me das al verte. — Admitió cruzando una pierna sobre la otra.

Minho no pudo evitar sonrojarse sin intentar callar a su padre, aunque lo quisiera no lo lograría.

—El trabajo es fácil, pienso contratarte 3 meses solamente quiero suponer que ya te diste una idea de lo que harás. — Miró de reojo a su hijo y prosiguió. —Quiero que ayudes a mi hijo con sus próximos celos, pero tranquilo, si ocurre alguna desgracia que no deseen, fácilmente  puedo conseguir un profesional para eliminar el problema. Aclaro, sería tu decisión, pero si Lee Know no está de acuerdo de tenerte aquí con un hijo, solo te irás de aquí y pagaríamos la pensión a cambio de que no ensucies la imagen de Minho diciendo que te dejó por un bebé que nunca quiso. — Soltó francamente observando con detalle cada gesto que articulaba el pelicastaño.

—Yo estoy de acuerdo con todo lo que proponga señor, por mí no hay problema aceptaré sin duda las decisiones del joven Lee. — Inclinó su cabeza obediente y miró de reojo al peligris quién embobado no dejaba de mirarle.

—Muy bien. ¿Tienes alguna duda?—

—Yo... creo que sí.

—Dila.

—Con todo respeto y sin intención de ofender ¿el pago sería puntual? es que necesito pagar la renta de mi departamento a tiempo porque el dueño es realmente muy exigente e intimidante...— Miró al piso apenado.

El señor Lee dudoso respondió.

—Vivirás aquí a partir de mañana, si llegan a ocupar el departamento créeme que con la paga que te dé, te alcanzará para comprar uno propio luego de que finalice tu contrato, no te preocupes por ello. —

Hyunjin suspiró de alivio agradeciendo de por vida tener un trabajo bien pagado.

—Otra duda, yo... tengo un cachorro viviendo en casa y... —

El señor Lee alzó una ceja dudoso.

—Quiero decir, cachorro de mascota. No piense en otra cosa, por favor. — Se avergonzó luego de ver la muy expresiva cara del adulto.

—Podemos dejar que viva aquí también, así le hará compañía a Dori y a los demás perritos. — Interrumpió antes de que su padre dijera algo que vaya a herir al omega presente.

—Muchas gracias de verdad, les juro que Kkami es muy tranquilo y obediente. — Agradeció al chico juntando sus palmas en forma de plegaria.

—¿Algo más Hyunjin?—

—Ninguna otra, eso es todo. — Relamió su labio inferior nervioso al notar cómo el padre del otro firmaba el pedazo de hoja tamaño oficio del club donde provenía el castaño donde establecía puntos para no dañar la integridad del omega.

—Bien Hyunjin, eso es todo puedes marchar por Kkami a tu casa no es necesario que traigas tanto equipaje luego irás con Minho a comprar. — Se levantó y caminó en dirección a la puerta esperando que Hyunjin lo siguiera pero su hijo pareció haber aprovechado el momento de distracción.

—En verdad gracias por lo que harás por mí H-Hyunjin. — Quiso golpearse. —Si hay algo que te llegue a incomodar puedes decirme. — Le sonrió al pelo largo siendo correspondido avergonzado, su corazón azotó fuertemente lo que le provocó reaccionar y sacudir su cabeza. — Sun dile a Nic acompañe a Hyunjin hasta su casa, ya es muy noche. —

—Oh, no, no, no... muchas gracias joven Lee pero mi casa está a casi dos horas de aquí y ya sabe, la gasolina es cara... —

—Enseguida señor Minho. — Sun salió de la casa haciendo lo que el peligris ordenó.

Lee Know carcajeó por ternura a lo que el menor hablaba. ¿Gasolina era un problema en serio?

Con permiso arrastró a Hwang hasta el auto que ya estaba listo esperando por él, abrió la puerta y dejó que el omega se sentara.

—Vayan con cuidado, por favor Nic. — Pidió al cerrar la puerta y con antes asegurarse de que el castaño se haya colocado el cinturón de seguridad.

Hyunjin se sintió soñado y nisiquiera había pasado mucho tiempo hablando con Minho, ya quería saber qué le esperaba cuando se mudara ahí temporalmente.

(...)

Al llegar a su departamento ya habían dado las 10 de la noche, vió cómo Nic se marchaba en su auto hasta desaparecerse entre los demás autos y así se adentró felizmente.

Lo que sonaba raro teniendo un trabajo difícil de llevar a cabo, Kkami lo saludó moviendo su cola de un lado a otro con rapidez.

Todo se había dado tan rápido.

Minho era demasiado apuesto, atento y olía tan rico que en un momento pensó en tenerlo como su esposo, pero tampoco iba a dejarse llevar no involucraría sentimientos, solo sexo y ya. Aparte nisiquiera estaba seguro de si realmente Minho era así o solo aparentaba.

¿Que si está entusiasmado? Claro que lo está, le sorprendió tanto conocer a un padre que respetaba la orientación sexual de su hijo, no como el suyo quién le insinuaba a cada rato su incomodidad por Hyunjin cada que lo veía llegar a casa luego del colegio, ese fue uno de los motivos principales por el que se fue a rentar un departamento.