008

1.6K 177 13
                                    

Lamía la punta de su pene como si fuese un gato lavando su patita, succionaba el miembro gustosamente escuchando los melosos gruñidos de Minho mientras que el mismo enredaba sus dedos en la cabellera castaña, tiraba de los mechones cada que obtení...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lamía la punta de su pene como si fuese un gato lavando su patita, succionaba el miembro gustosamente escuchando los melosos gruñidos de Minho mientras que el mismo enredaba sus dedos en la cabellera castaña, tiraba de los mechones cada que obtenía un espasmo lleno de excitación.

La cabeza del omega subía y bajaba, tocando la campanilla de su garganta con el glande lubricado. Estaba por venirse cuando escuchó al mayor jadear su nombre torpemente, de algún modo le fascinaba el ser responsable de sus gemidos y también de ser el único en recibir su pene dentro por ahora.

Le gustaba el sexo con el alfa... y esperaba que solo eso.

Estaban en el cuarto día de su celo, faltaban pocos para que acabase. En un principio Lee Know había querido joder su trasero debido a los restriegos que hacía de su pene duro contra sus nalgas desnudas, sin embargo no ocurrió, le dolía mucho el coxis por haber recibido tantos impactos que si accedía de nuevo no creía sobrevivir un día más estando de pie. Por eso prefirió convencer al alfa de chupársela y que le follara la boca.

—H-Hwang...— Dijo agitado, estaba por venirse dentro de la cavidad bucal, Hyunjin ya tenía la señal de orgasmo bien identificada.

Sonrió a sus adentros y Minho empezó a embestir su boca con profundidad, el mayor gimió roncamente hasta que le hizo tragar su gran escencia sin dejar un rastro de ella en su lengua o labios, Lee temblaba en lo que Hyunjin se corría sobre las sábanas tímidamente.

El omega se sentó con vergüenza sobre el colchón viendo su mancha blanquecina.

—Mierda, cómo me encantas. — Tomó la pequeña cintura y lo atrajo hacía él besando los hinchados belfos con devoción. —Voy a follarte tan rico, bebé. — El apodado solo se quejó tiernamente y siguió besando al peligris.

—Sabes que me duele... dame algo para que me recupere y puedas metermela cuantas veces quieras. — Regañó al alfa.

Minho lo vió con cariño y asintió. Tomó su celular y enseguida llamaron a la puerta.

Hyunjin asustado quiso cubrirse, pero como el mayor era más fuerte lo hizo quedarse sentado en su regazo desnudo viendo cómo Rubí con mejillas rojas dejaba un vaso de agua y unas pastillas sobre la mesa de noche la cual estaba a un costado de la grande cama.

—S-Son dos pastillas p-para que tenga  resultados más r-rapidos...

Minho le dió las gracias cuando estaba por retirarse de la habitación no sin antes dar una reverencia viendo al piso y cerrar la puerta con angustia.

—Por dios, hyung no vuelvas hacer eso.

Una carcajada se escuchó y Hyunjin frunció el ceño molesto.

—Como quieras...

(...)

—Voy a salir con Hyunjin hoy, pueden irse a casa por el resto del día o si quieren salir también solo no quiero que estén hoy por aquí, por favor y si son tan amables. — Pidió Minho a los tres trabajadores de planta que se quedaban diario en el lugar para servir llevando un bocado de comida a su boca

contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora