IX: Caos profético.

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Estaba en los baños tras terminar mi hora de monitoreo en la Casa Segura junto a Haruka. Me veía en el espejo, acomodaba mis dorados cabellos enfrente del mismo. Ansiaba seguir recorriendo Wellston, pero, mientras acomodaba mi cabello, fui capaz de ver momentáneamente la silueta de John y un chico desconocido detrás de mí. Inmediatamente me giré activando mi habilidad, disparando dos rayos de energía caótica estando dispuesto a destrozar la amenaza, pero, no había nada. ¿Qué acababa de ocurrir?

Antes de que me pudiese mirar, fui capaz de sentir algo cálido salir dolorosamente de mis ojos. ¿Habían vuelto a sangrar? Me limpié con mis manos y lamentablemente no me equivoqué. Un líquido rojo oscuro estaba recorriendo mi dedo a paso lento ahora. Cosas raras ocurrían con mi habilidad, ¿por qué sufría tanto retroceso? Desactivé mi habilidad y me giré de nuevo, decidí lavarme la cara con meticulosidad. Destellos rojos fluorescentes cegaban mi visión. Había desactivado mi habilidad y aún así brillantes luces espontáneas cubrían parte de mi línea de visión. Eran como fuegos artificiales, así de repentinos y muy molestos. Dolorosos de ver. Incluso cerrando mis ojos seguía vulnerable a ellos.

Caí al suelo tapándome con fuerza mis ojos. No quería seguir sufriendo ese retroceso que me daba mi maldita habilidad, era insoportable.

(…)

En la casa segura se habían armado problemas tras el cambio de monitores. Arlo debía estar vigilando, pero tras la charla con su tía Valerie, no sabía que se suponía que debía de hacer. Resulta que quién llegó a tiempo allí, fue Remi. Logrando detener una discusión al no haber nadie presente.

—E-ella me golpeó sin razón hace una semana. No creo que merezca estar aquí. —Acusó un bajo chico de cabellos verdes.

—¡¿Eh?! ¡Qu-! —Una alta joven de cabellos violetas respondió agresivamente, sin embargo, Remi decidió interrumpir.

—¡SHHHHHH! —Silenció Remi la discusión tratando de calmar el ambiente.— Se que todos tenemos nuestras diferencias, pero el caso es que la casa segura no funcionará si no aportamos con nuestro granito de arena —Mientras la pelirrosa hablaba, un bajo joven de cabello castaño y ojos verdes situaba su visión en ella. Trataba de Terrence.—. No hace falta que todos nos llevemos bien, pero intentemos al menos respetar el espacio del otro. —Sentenció la pelirrosa dirigiéndose al joven peliverde.

—¿Pero qué pasa si ella decide divertirse aquí y me intenta atacar afuera? —Preguntó el peliverde, provocando suma molestia en la contraria de cabellos violetas.

—Debo darles el beneficio de la duda —Respondió Remi encogiéndose de hombros.—. Asumo que si están aquí, es porque ya han tenido suficiente de la violencia afuera. Los miembros de la casa segura que atacan a otros estudiantes cuando salen, solo contribuyen al mismo ambiente que quieren evadir —Todos dirigieron sus miradas a la pelirrosa que se manejaba increíblemente de forma verbal.—. ¿No les parece contraproducente? Si la escuela no fuese tan caótica, la casa segura no tendría necesidad de existir en primer lugar.

La chica de cabellos violetas simplemente se cruzó de brazos considerablemente reflexiva sobre aquello.

Remi estaba molesta con Arlo, él jamás olvidaba ese tipo de cosas. ¿Por qué habría faltado a su turno de monitoreo en el club? Iba a ir a buscarlo una vez acabe tal turno.

(…)

A fin de la jornada escolar, se encontraba Terrence en su habitación enfrente de su computador, ¿qué hacía? Revisaba unos datos que había recopilado de múltiples niveles altos de Wellston.

                                                                           

Nombre: Seraphina.
Habilidad: Con relación al tiempo.
Nivel: 8+.

El Caos - UnOrdinary Fic.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora