Había caído el atardecer. El rubio, Kataore, estaba dirigiéndose a su dormitorio. Había logrado apoyar con el orden de la Casa Segura, y sería uno de los supervisores de la misma.
Se alegró por haber comenzado a consolidar más amistades además de Haruka: Remi, Arlo, Isen, Seraphina, y sobretodo Blyke, le habían sido bastante de su agrado, le parecían muy geniales y divertidos.
Entre que caminaba por los pasillos, Kataore era capaz de oír algunos murmullos de algunos niveles medios normalmente envidiosos de las capacidades de aquellos que eran muy superiores, como Arlo, John o él mismo.
Daba igual, era algo con lo que el rubio sabía coexistir sin ningún problema, y de hecho, no le era molestia, sabía que no podría agradarle a todo el mundo, por lo que soltó un suspiro ahogado. Estaba muy desconectado de su entorno.
—¡Piensa rápido, imbécil! —Exclamó una voz que se le hacía bastante conocida por detrás de él. Oh, era Zeke de nuevo. Jamás aprendía al parecer, pero al menos ahora no habría nadie que lo detenga, ¿o acaso se estaba equivocando?
El rubio con su mera pasiva se volteó velozmente y agarró el brazo de Zeke antes de recibir el puñetazo. Le dirigió una mirada indiferente y golpeó por debajo del codo al peliazul, destrozándole el brazo por completo sin ninguna dificultad.
Zeke liberó un grito de dolor que podría haber quedado para la historia, y el rubio nuevamente con su pasiva, levantó al peliazul y lo estampó contra el suelo sin que fuese capaz de resistirse.
—Creí haberte dicho que te ganaste todos los números de mi rifa, imbécil de mierda. —El rubio dijo aquello viendo al peliazul inconsciente y tras eso, lo lanzó con potencia contra una pared presente en el lugar.
Kataore lanzó una patada al abdomen de Zeke estando inconsciente, haciendo que enormes cantidades de sangre sean escupidas y al mismo tiempo, la pared de tal lugar fuese destrozada por completo.
—Es un imbécil. —El joven rubio lo dejó ahí tirado en el suelo, escupiendo sangre mientras que sin darse cuenta, un pelinegro observaba todo aquello desde el cruce entre pasillos.
«¿Por qué su aura es tan jodidamente extraña?». El pelinegro pensó aquello tratando de imitar la habilidad de Kataore, pero nunca la había visto en acción y tampoco sabía cuál era su verdadera función. La propiedad explosiva en el aura del rubio, dificultaba más de lo usual la imitación de tal habilidad, suponiéndole problemas a John.
—¿Por qué en lugar de venir tú a pelear contra mí, decides enviar a tu perrito faldero? —Kataore preguntó aquello dirigiéndose a la intersección de pasillos, lugar donde se encontraba John. El tono de voz del rubio expresaba gigantescas molestias. Ansiaba golpear a John, y ahora tenía la oportunidad de hacerlo sin sufrir repercusiones por ello.
—Porque prefiero asegurarme que esto no sea una perdida de tiempo. —Respondió el pelinegro contrario acercándose a Kataore con la habilidad de Zeke copiada y en uso.
—Si vamos a pelear, que sea en un lugar fuera de aquí. —Solicitó el rubio antes de que se le diese comiendo al combate. Tenía miedo de que destruyesen el lugar mientras combaten, o herir a un inocente.
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El Caos - UnOrdinary Fic.
FanfictionNota: OC x UnOrdinary. Kataore es un joven que además de vivir en el fondo de la jerarquía, es bastante caótico. Eso hasta que su mundo se derrumba a causa de una enfermedad que arrasa con la vida de sus padres. Se ve forzado a madurar a corta edad...