Capítulo dos

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Meng Yao no sabe que ocurre, solo recuerda que de un momento a otro fue arrastrado al pozo que se supone estaba sellado desde hace mucho tiempo. Algo hace que su cuerpo se gire, quedando cara a cara con... Una cosa que lo tomo entre brazos, esto sorprende enormemente a Meng Yao, ya que es difícil de creer que pueda existir un monstruo así.

- Soy feliz, siento como mi poder se regenera -habla esa cosa con una voz llena de maldad que hace la piel de Meng Yao erizarse-. Mi cuerpo esta regresando a la normalidad. Puedo sentirlo, tu lo tienes, tu eres quien lo posee, ¿no es así?

Meng Yao puede ver que esa cosa es algo como una mujer ciempiés, y el pánico no tarda en inundar el cuerpo del joven omega al sentir como la asquerosa lengua de esa cosa toca su rostro.

- ¡Suéltame! -Meng Yao extiende su brazo en la cara de esa mujer para poner distancia, causando que la mujer se aleje con un espantoso grito.

Un brillo rojo hace que la mujer se aleje, quedando solo un brazo de la mujer tomando fuertemente el brazo del omega.

- ¡No escaparas, sello del tigre estigio! -es lo último que escucha Meng Yao de esa mujer antes de caer al suelo, agradeciendo internamente porque ya se encuentra sobre algo sólido.

Meng Yao se queda desconcertado sobre lo que acaba de suceder y tarde puede notar que se encuentra en el pozo de nuevo mientras respira agitadamente a causa del susto que se llevo. Al recuperarse del pánico, Meng Yao comienza a escalar rápidamente mientras llama a su hermano entre gritos. Al salir del pozo, ve que no está en su casa sino en un hermoso e inmenso bosque.

Camina por el bosque intentando encontrar al menos una pista, y la encuentra. El árbol sagrado se puede visualizar a lo lejos, así que corre rápidamente. Al llegar al ve a un joven de semblante tranquilo, túnicas de color blancas y una cinta hermosa, dormido en el árbol. Las enredaderas se encuentran por todo el cuerpo del joven, excepto su cara y cerca de su corazón, donde se encuentra una vieja flecha enterrada.

Por curiosidad, como si algo le llamase a acercarse, Meng Yao camina hasta situarse frente al joven y comienza a acariciar suavemente su rostro

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Por curiosidad, como si algo le llamase a acercarse, Meng Yao camina hasta situarse frente al joven y comienza a acariciar suavemente su rostro. Su curiosidad e impulso por tocar la cinta que este poseía en su frente iba a ganarle, pero escucha pasos detrás de él.

- ¿Qué estas haciendo ahí? -preguntan unos hombres armados con arcos.

Meng Yao se sorprende y abraza al joven cuando siente que las flechas se incrustan en el árbol a su alrededor. Los aldeanos toman a Meng Yao y rápidamente lo amarran, su vestimenta es completamente extraña para ellos, por lo que rápidamente lo llevan al pueblo para que la sacerdotisa pueda decirles que hacer.

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Only love can hurt like this - XichengDonde viven las historias. Descúbrelo ahora