Capítulo 3

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* Después de lo que para mí fueron unas horas de viaje, Stefan tocó mi pierna para despertarme, cosa que funcionó. Me estiré mientras bostezaba y solté... *



- Vaya, no recordaba Mystic Falls así. - dije saliendo del coche aún con sueño.

- Yo tampoco. - habló Damon.

- Está más bonito de lo que lo recordaba. - confirmó Stefan.

- ¿En qué momento decidimos abandonar esto? Es hermoso. - dije sonriendo.

- ¿Vamos a casa? - preguntó Stefan.

- Por supuesto. - contesté sonriendo al ver todo lo que teníamos a nuestro alrededor con las manos en mis caderas.

- Vamos entonc... - dijo Damon a medias.

- Stefan, ¿tendremos que inscribirnos de nuevo al instituto? - pregunté interrumpiendo a Damon.

- Al menos, yo sí me inscribiré. - me contestó Stefan.

- Yo también lo haré, seguro que hay personas muy amables. - dije sonriendo.

- Yo no, por si a alguno le interesa mi opinión. - dijo Damon serio y me giré a mirarlo.

- Claro, como quieras. - le dije sonriendo sin mostrar los dientes.

- Bueno, ¿vamos? - habló Stefan.

- Claro, estoy deseando darme un baño en esa piscina. - dije sonriente, Damon se giró a mirarme y yo le devolví la mirada.

- Vamos, subir al coche. - interrumpio Stefan e hicimos caso.

* En la mansión Salvatore:

Fui a mi habitación y abrí las maletas, ni siquiera las deshice, lo único que quería ahora era darme un baño en la piscina en la que me bañaba constantemente cuando venía a casa de los Salvatore, no venía muy a menudo, pero todos los veranos me encantaba bañarme en esa piscina.
Agarré un bikini, me lo puse y fui directa a la piscina, de noche era incluso más agradable estar ahí, hasta que irrumpió Damon... *

- ¿Esto no te recuerda a algo? - interrumpió.

-¿Qué intentas? - pregunté sería.

- Nada, solo te hago rememorar recuerdos. - dijo y se sentó al borde de la piscina - ¿Qué te traes con Elijah?

- Bueno, es.. Complicado. - contesté con una sonrisa falsa mientras movía los brazos lentamente en el agua.

- Complicado.. - dijo él con una sonrisa burlona mientras asentía con la cabeza.

- Sí, a ver, no es cómo si él me hubiera propuesto estar con él o habérselo preopuesto yo a él. - solté por los nervios.

- Deberías. - dijo moviendo las piernas suavemente para no salpicarme.

- ¿Tú crees? - pregunté sorprendida.

- Sí, hacéis buena pareja. - contestó e hizo una sonrisa falsa sin sacar los dientes.

- No parecía que lo pensarás antes. - dije burlona.

- Estaba enfadado.

- ¿Por qué? - dije alzando las cejas.

- ¿Por qué vinisteis? - me preguntó serio evitando mi pregunta.

- Stefan me pidió ayuda, dijo que sólo yo..

- Mentía. - interrumpió.

- Ahm. - dije sonriendo y me senté al borde de la piscina junto con él.

- No te creas tan especial. - soltó evitando mirarme a los ojos.

Since 1855 (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora