1. Oliver

172 18 6
                                    

JENNIE

El momento en que nuestros labios se unieron y comenzó a subir sus desesperadas manos por mis muslos supe que tenía que parar. Era tan gracioso ver que los hombres pensarán que solo por mostrar interés quería acostarme con ellos.

—No voy a tener sexo contigo Oliver.—dije mientras me separe de él y me levante de la cama apartandolo.— Nunca me acostaria contigo.

—¿Qué?.— expresó desconcertado.— Pero si tu dijiste que gustabas de mi y querías estar conmigo, por eso planeamos esta cita.

Una sonrisa y una expresión de burla se apoderó de mi rostro en ese momento. Era demasiado estupido para realmente creer que yo Jennie Kim gustaria de alguien tan insignificante.

—No creía que fueras tan estupido como decían, pero creo que te subestime.— mi risa retumbaba por toda la habitación, traté de aclararme la garganta para continuar.— Nada de lo te dije era real Oliver. Solo eran mentiras y engaños para ganar, solo eras como un trofeo.

—No estoy entendiendo Jennie.— sus ojos comenzaron a lagrimiar y su voz se tornó ronca.— Entonces... todo los momentos que pasamos juntos solo-

—Era una apuesta.— declaré interrumpiendolo.— Todo fue una apuesta, solo tenía que asegurarme de que te enamorarás de mi y que te rompiera el corazón. Gracias Oliver me hiciste ganar y además ayudarme con mi colección.

Tome mi celular de mi bolso y el flash de la cámara hizo presencia. Bien, salió todo como lo deduje, ahora con esta foto me creerán cuando les diga que el pescado mordió el anzuelo.

—Ya conseguí lo que quería así que me voy.— tome mi bolso y me lo coloque, camine hasta la puerta pero una mano me detuvo.

—Por favor no te vayas.— dijo.

Me di media vuelta para mirarlo y Oliver se encontraba de rodillas ante mi, vaya que patético.

—Sueltame.— dije safandome de su agarre.— No tengo nada que hacer aquí. Me voy.

—Aunque me hayas engañado te perdono.— las lágrimas brotaban de sus ojos.— Pero no me dejes, sigue conmigo, no me importa que solo haya sido un juego para ti.

No era la primera vez que un chico se arrodillada a mis pies en ese estado. Era divertido ver como llegaban a perder su dignidad por mi. Pero también estresante cuando me hacían perder el tiempo.

—¡Dios mío ya cállate!.— expresé irritada.— Solo me haces perder mi tiempo. Mejor déjame en paz y trata de recuperar las migajas de dignidad que dejaste en el suelo.

Solo se quedó de rodillas viéndome, ¿Acaso pedir que dejes de molestar a alguien ahora es malo?.

—Oliver, tú nunca despertaste nada en mí, no me llames, no me busques y no te me acerques después de esto.— le advertí.— Ahora me voy, si me vuelves a rogar o simplemente joder con tu existencia me encargaré de que Christopher te golpee en la cara.

Sin decir nada más tome la manilla de la puerta y salí de su habitación.

KISS LIST (JENLISA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora